La Asociación Madrileña del Taxi: «El nuevo reglamento sigue sin dejarnos competir en igualdad con las VTC»

En la Asociación Madrileña del Taxi ven «insatisfactoria» la nueva actualización de su reglamento. Su vicepresidente, Román García, va más allá y asegura que «esta regulación sigue sin permitirnos competir en igualdad de condiciones con las VTC, mucho más liberalizadas». Respecto al número de licencias, García entiende que «el incremento no es suficiente ni lógico». Opina que «nosotros pedimos tener 50, las mismas con las que cuentan los taxistas de Barcelona». Lo mismo ocurre con respecto al número de horas laborables: «Contamos con la promesa electoral de la presidenta Ayuso de permitirnos trabajar las 24 horas los 7 días de la semana, no solo 5». Así, reivindica que esperaban que el reglamento fuese aún más laxo de lo que será, a falta de la publicación de los datos oficiales y su aprobación definitiva.

En cambio, desde esta Asociación sí ven de buen grado la inclusión del coche de sustitución en caso de avería, lo que repercutirá considerablemente en el rendimiento laboral de sus profesionales. Cabe destacar que, en particular, esta asociación cuenta con una masa mayoritaria de socios con «multilicencia», por lo que es especialmente sensible a estas nuevas medidas que persigue el Gobierno regional.

En cuanto a la flamante modalidad «taxi compartido» García concluye que queda esperar a que se definan todos los detalles». Pero sobre el papel sugiere que «puede suponer una buena oportunidad en contextos concretos, como la celebración de macroeventos nocturnos como el MadCool», en los que se produce una gran aglomeración a varios kilómetros del centro de Madrid y sus principales núcleos de población.

Precisamente, la celebración del mencionado macrofestival supuso un punto de inflexión en el conflicto de competencia entre las VTC y el sector del Taxi. Tanto fue así, que tuvo que intervenir la Comunidad de Madrid, anunciando que en una nueva reglamentación, regularía los precios máximos de las VTC, denunciando que imponían precios abusivos aprovechándose de los eventos con más saturación y más dificultades de movilidad. Sin embargo, García no confía en que dicha promesa tenga viabilidad en la práctica, siempre dominada por la imperiosa ley de la oferta y la demanda. Este escepticismo se suma al que les despierta la atractiva estimación sobre el crecimiento de sus ingresos anuales, calculados en un 30%. En definitiva, esta asociación entiende que este reglamento sí permitirá una mejor prestación del servicio, pero no un crecimiento del nivel de negocio del sector, así como para sus inversores.