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Sanidad
Informar sobre los "efectos del aborto" en los centros dependientes del Consistorio y "respetando el marco legal". La vicealcaldesa de Madrid, Inma Sanz, ha salido al paso de las críticas recibidas por la izquierda después de que el Pleno de Cibeles aprobara, con los votos del PP, una propuesta de Vox para informar en los centros dependientes del Consistorio sobre el "síndrome post aborto".
Tras salir adelante la medida, PSOE y Más Madrid afirmaron que estudiarían medidas legales contra la proposición. Sin embargo, la controversia ha trascendido la política madrileña. La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ya ha avanzado que estudia la posibilidad de impugnar la iniciativa. En una línea similar, la ministra de Sanidad, Mónica García, anunció que su Ministerio estudiará la legalidad de la propuesta, a la que ha tildado de "acción de acoso y desinformación". García apunta que "no hay evidencia que respalde" la existencia de un síndrome post aborto. "Lo que hay es una violencia camuflada por parte del Partido Popular y de Vox que ya son indistinguibles. El único síndrome que ahora existe es la ultraderechización del PP con su odio, su señalamiento a las mujeres y su negacionismo". De hecho, su partido, Más Madrid, ha llamado a la movilización de las mujeres y anuncia que irán a los tribunales si el equipo de José Luis Martínez-Almeida aplica esta "aberración" y "astracanada", en palabras de su portavoz Eduardo Rubiño.
Por parte del Ayuntamiento, Inma Sanz avisa de que no admitirán "una sola lección sobre feminismo" por parte del Partido Socialista y el "feminismo de salón". Sobre todo porque "no ha habido jamás una situación de tanto riesgo para las mujeres" como la motivada por las por medidas tomadas por el Gobierno central. "No están para pedir explicaciones, están para darlas y muchas y para dar explicaciones a todas esas mujeres que han puesto en riesgo", añadió.
En palabras de la concejala de Vox, Carla Toscano, que presentó la iniciativa, el aborto podría ser susceptible de producir efectos como "depresión, un profundo sentimiento de culpa, aislamiento, imágenes recurrentes, pesadillas, insomnio, alcoholismo, anorexia y bulimia, disfunciones sexuales, autolesiones, agresividad, y una tasa de hospitalización por problemas psiquiátricos que duplica al de las mujeres que no han abortado".
Precisamente hoy, el Ministerio de Sanidad ha informado de que el año pasado se realizaron 106.172 abortos voluntarios en España, lo que supone un aumento del casi el tres por ciento con respecto a la cifra de 2023 y refleja una tendencia ascendente desde 2020.
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