Ciudad
Cocinas fantasma, pisos turísticos... estas son las nuevas normas urbanísticas de Madrid
El Consistorio aprueba inicialmente una normativa que, según sus cálculos, supondrá más de 200 millones al PIB de la capital
Durante la campaña electoral del 28-M, el entonces candidato José Luis Martínez-Almeida, al ser preguntado por su primera medida en caso de ser elegido alcalde, tenía clara cuál era su prioridad: la aprobación de las nuevas normas urbanísticas de la capital. Un tema que, al ciudadano de a pie, a priori, puede que le diga poco. Y sin embargo, resulta clave para el desarrollo de la ciudad, teniendo en cuenta, por otro lado, que el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOUM) data de hace más de 25 años. El bloqueo a las nuevas normas en la pasada legislatura, protagonizada por la izquierda y sobre todo por Vox, dejó momentáneamente a la capital sin una normativa condensada y actualizada, lo que, en opinión del Consistorio, suponía poner "piedras en el camino". Sin embargo, con suspense, y tras alguna cancelación de última hora, a la tercera fue la vencida. En la tarde de hoy se celebró una comisión extraordinaria de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad, Área que en esta nueva legislatura preside Borja Carabante. Las normas fueron inicialmente aprobadas, con los votos a favor del PP, en contra PSOE y Más Madrid, y la abstención de Vox. Ya solo queda un trámite: su aprobación en Pleno, que será el próximo lunes 17.
En lo que se refiere a su impacto en la vida de los madrileños, hay dos aspectos que las nuevas normas regulan y que, a día de hoy, son los que más controversia despiertan en relación a la convivencia vecinal: las llamadas "cocinas fantasma" y los pisos turísticos. En cuanto a las primeras, se limita su actividad en zonas residenciales y en locales de uso industrial con un máximo de 350 metros cuadrados y un máximo de ocho cocinas, según avanzaron fuentes consistoriales. Además, deberán contar en el interior de la parcela con zonas de carga y descarga y espera de estancia de los repartidores "para no molestar a los vecinos". Del mismo modo, se "obligará" a los promotores a presentar un estudio de movilidad para conocer el impacto que tendrá en la zona. En cuanto a los pisos turísticos, quedan sujetos al Plan Especial de Hospedaje, aprobado por el Gobierno de Manuela Carmena, avalado por los tribunales tras sortear varios recursos, y actualmente en vigor. De este modo, sigue vigente el principal requisito que tienen que afrontar estas viviendas: contar con un acceso independiente.
Hay que tener en cuenta un factor de "cuenta atrás" importante en lo que se refiere a las "cocinas fantasma": el próximo 5 de agosto finaliza la moratoria de licencias concedida por el Ayuntamiento a estas instalaciones. De no aprobarse las nuevas normas antes de esa fecha, el Consistorio tendría que esperar cinco años para poder conceder una moratoria semejante. Y si bien su aprobación en el Pleno está asegurada, aún quedará el visto bueno de la Comunidad de Madrid, un trámite que puede demorarse varios meses, como ha denunciado la Federación Regional de Vecinos de Madrid (FRVM).
Desde el Ayuntamiento defienden que el nuevo texto supondrá "mejores edificios y viviendas para los ciudadanos, más sostenibilidad para la ciudad y de las edificaciones, mejores condiciones para las actividades económicas, mejor uso de las dotaciones, equipamientos y los espacios vacantes del municipio, y simplificación administrativa y claridad normativa". De hecho, en la pasada legislatura, el Área de Urbanismo, presidida entonces por Mariano Fuentes, alertaba del "parón" en el sector de la construcción, especialmente en los nuevos desarrollos (Madrid Nuevo Norte, entre ellos), debido a la "inseguridad jurídica" que percibían las constructoras. De hecho, y según los cálculos de Cibeles, el impacto económico de estas nuevas normas alcanza los 215 millones de euros en el PIB de la capital, así como la generación de unos 2.000 empleos.
Otra de las consecuencias de la aprobación será la reapertura del histórico frontón Beti Jai en los próximos meses. Tal y como recordó hoy la vicealcaldesa, Inmaculada Sanz, el único uso que se permite en el Beti Jai en la actualidad es el dotacional deportivo. Sin embargo, tras la nueva tramitación urbanística, el Consistorio espera ampliar su uso a cultural, deportivo y alternativo, lo que "permitirá la viabilidad de ese edificio".
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