Cuestionario Proust
González Terol: «Mi estado de ánimo más común es hiperactivo»
El candidato del PP a la alcaldía de Alcorcón no soporta la mala educación y detesta la pereza
Desde que fue nombrado candidato a la Alcaldía de Alcorcón por el PP no ha parado. Su afán es desplegar una intensa campaña que remueva de su puesto al tandem PSOE-Podemos que gobierna en la localidad del sur. El que también fuera alcalde de la localidad de Boadilla del Monte llega ahora a Alcorcón dispuesto a llevar a cabo la misma política «realista y asumible» que desarrolló en la localidad limítrofe. Ya ha dado a conocer los primeros 40 compromisos que desarrollaría si contara con la confianza de los vecinos el próximo 28 de mayo. En materia económica lo tiene claro: deuda cero; intereses cero; impuestos cero.
¿Principal rasgo que define su su carácter?
La perseverancia.
¿Qué cualidad aprecia más en un hombre?
Sinceridad
¿Y en una mujer?
Sinceridad.
¿Qué espera de sus amigos?
Lealtad.
¿Su principal defecto?
La impaciencia.
¿Su ocupación favorita?
El servicio público.
¿Cuál sería su ideal de felicidad?
Estar con mis hijos.
¿Cuál sería su mayor desgracia?
La pérdida de un ser querido.
¿Qué le gustaría ser?
Alcalde de Alcorcón.
¿En qué país desearía vivir?
Ya vivo en el mejor.
¿Su color favorito?
Azul.
¿La flor que más le gusta?
Hortensias.
¿El pájaro que prefiere?
El colibrí, pequeño y fuerte.
¿Sus autores favoritos en prosa?
Michael Crichton.
¿Sus poetas?
Lorca.
¿Un héroe de ficción?
Superman.
¿Una heroína?
Isabel la Católica.
¿Su músico favorito?
Dani Martín.
¿Su pintor preferido?
Picasso.
¿Su héroe de la vida real?
Mis padres.
¿Su nombre favorito?
Libertad.
¿Qué hábito ajeno no soporta?
La mala educación.
¿Qué es lo que más detesta?
La pereza
¿Una figura histórica que le ponga mal cuerpo?
Hitler.
¿Un hecho de armas que admire?
La defensa de Cartagena de Indias.
¿Qué virtud desearía poseer?
La paciencia.
¿Cómo le gustaría morir?
En paz.
¿Cuál es el estado más común de su ánimo?
Hiperactivo.
¿Qué defectos le inspiran mayor indulgencia?
La envidia.
¿Tiene una máxima?
Vive y deja vivir.
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