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Vinos de barra

El hecho diferencial

Galicia se expresa. Y además lo hace especialmente bien con el mundo del vino.

El hecho diferencial cedida

La Galicia del vino es un cofre con mil llaves y todas abren la misma puerta: la de la autenticidad. Ningún otro territorio de este país puede presumir de tanta taberna con vino en vena, tanto buscador con brújula propia ni tanto bodeguero con hambre de romper moldes. Allí el blanco no es simple refresco estival, sino bandera ondeando contra la monotonía.

Pedro Méndez es de los que no claudican. Su albariño nace de una terna de viñedos centenarios, como una cofradía secreta de cepas viejas, y se expresa con dulzura exacta en su tipicidad. Florales, cítricos, frescura de mar y anchura de tierra: todo se ordena con compás de orfebre. Desde el juego envolvente de aromas hasta la salinidad amable que acaricia la boca, lo que hay es un ejercicio de estilo, con leve paso de madera, de esos que se firman con nombre propio.

El resultado no es solo un vino, es una auténtica declaración de principios. Redondo, sugerente, con una de las acideces más bellas que uno ha visto jamás en un blanco nacional. Frente a tanto postureo de etiqueta y tanta moda de importación, aquí se defiende lo esencial: la voz de la tierra.

Ese es el verdadero hecho diferencial y que marca su carácter tan genuino. Y es que Galicia es una tierra que no copia ni envidia a nadie. Galicia se expresa. Y además lo hace especialmente bien con el mundo del vino.

Bodega: Pedro Méndez.

Vino: Tresvellas 2023.

Precio: 42 euros

www.adegapedromendez.com