La Justicia avala el plan urbanístico de Madrid Nuevo Norte

La Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha desestimado nueve recursos que habían interpuesto empresas y asociaciones ecologistas al plan urbanístico conocido como Madrid Nuevo Norte lo que, en la práctica, supone el aval para que se lleve adelante.

En una sentencia de casi 200 páginas, los magistrados dan luz verde, a la espera del recurso de casación del Tribunal Supremo, al plan de prolongación de la Castellana y Colonia Campamento.

El TSJM desestima así los recursos de Ecologistas en Acción, la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, Muñoyerro Desarrollos Urbanos y Propiedades Chamartín S.A, entre otros. Todos ellos habían impugnado un acuerdo del Consejo de Gobierno del pasado 25 de marzo en el que se aprobaba definitivamente la modificación urbanística. Los demandantes solicitaban, en primer lugar, que se declarase nulo y se dejase sin efecto los acuerdos adoptados por Cibeles cuando modificó el Plan de General de Ordenación Urbana de 1997.

Decían que se estaba vulnerando el principio de procedimiento y que el acuerdo era nulo por haber sido fruto de un pacto previo entre ADIF/DCN y el Ayuntamiento. Igualmente planteaban una alteración del equilibrio entre edificabilidad, cantidad y calidad de las dotaciones. Los recurrentes sostenían que el desarrollo urbanístico no contaba con una evaluación ambiental o que se aprovechaba de los suelos actualmente afectados al dominio público ferroviario al colocar sobre ellos una enorme losa de hormigón en la que se implantará la mayor parte de zonas verdes.

La modificación cuestionada "no supone un cambio de tal magnitud que afecte de manera tal a la ordenación global del POGOUM [abreviatura del Plan de Ordenación] de 1997que haga necesario su total replanteamiento, incluso de la forma parcial que pretende el demandante", dice la sentencia. "La alteración de los elementos de la ordenación estructurante que entraña –avanza la sentencia-, no suponen, en modo alguno, una modificación del modelo territorial adoptado, cuya concurrencia se exige tanto en el artículo 68.3 de la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid como en el artículo 154 del Reglamento de Planeamiento Urbanístico (RPU)".

La actual modificación –precisa la resolución-, no altera la clasificación del suelo; no conlleva un incremento significativo de la edificabilidad para actividades económicas; prevé una superficie edificable destinada a viviendas de protección en torno al 20,78 por ciento, cuando en el planeamiento general precedente no se establecía una reserva mínima para este régimen de vivienda; integra una estructura ferroviaria con la construcción de una nueva estación intermodal que no supone un cambio en el modelo urbano de la ciudad de Madrid, ya que se contemplaba en el PGOUM de 1997 y su puesta en marcha tampoco supone un incremento de la población en el término municipal de Madrid superior al 20 por ciento.

Oportunidad para Madrid

Desde el Ayuntamiento de Madrid se han felicitado de la noticia. "Se trata de un nuevo desarrollo urbano al norte de Madrid que nace de la necesidad de integrar dentro de la ciudad la estación de Chamartín y todas las instalaciones ferroviarias que parten de ella", han explicado.

Según sus cálculos, el plan regenerará más de 2,3 millones de suelos en desuso, va a permitir llevar a cabo un proyecto que trasciende a su propia escala y se convierte en un proyecto para toda la ciudad. Albergará parte del nuevo distrito financiero, el que será el distrito 22, la gran apuesta del alcalde José Luis Martínez-Almeida que pretende competir con los de Londres y Frankfurt, con conexión al aeropuerto en 10 min y junto a la estación de tren de alta velocidad.