Deporte
Nayanesh Ayman da el salto a los Estados Unidos
El luchador madrileño, campeón mundial de muay thai, debutará el 30 de octubre en la liga Dirty Boxing
A veces, los grandes saltos llegan cuando uno ha aprendido a parar. Tras conquistar títulos, viajar por medio mundo y convertirse en una de las figuras más respetadas del muay thai internacional, Nayanesh Ayman decidió tomarse un respiro. «Después de ganar en Italia estuve un tiempo en Tailandia, y cuando volví a España no se hizo el combate del campeonato del mundo. Me tomé unos meses de vacaciones en Ibiza, descansando y entrenando. Hace falta saber parar, ser maduro y tener tiempo para todo: trabajar, descansar y disfrutar», cuenta a LA RAZÓN el luchador madrileño desde el gimnasio GN Sport Center, en Pozuelo de Alarcón, donde ultima los detalles antes de viajar a Estados Unidos. Y es que el próximo 30 de octubre Ayman se convertirá en el primer español que debuta en la liga Dirty Boxing, una nueva competición que mezcla el boxeo clásico con elementos del muay thai y el MMA, y que ya está generando expectación internacional. «Estoy muy contento porque va a ser la primera vez que compito en esa liga. Lleva poco tiempo, pero tiene mucha repercusión porque los dueños son Jon Jones, la mayor leyenda de la UFC, y Mike Perry, otro histórico. Dirty Boxing es boxeo con guantes pequeños, se permiten los codos y golpear al rival durante cinco segundos si cae al suelo. Es más agresivo, más visual para el espectador», explica.
Su salto a Estados Unidos no ha sido inmediato. «El promotor me contactó en enero, pero le dije que no porque tenía cosas pendientes. En abril volvieron a llamarme, tampoco acepté. En julio decidí escucharles, aunque sin confirmar. Finalmente, en septiembre les dije que sí, que podría estar listo si me daban mes y medio. Y así ha sido». Una preparación rápida, pero sólida, marcada por su constancia. «Aunque estuve de relax, siempre entreno para mantenerme y competir. He hecho mucho boxeo, eliminando piernas y rodillas, y sparrings con boxeadores profesionales. Estoy muy contento con el trabajo y listo para la victoria». El combate se celebrará en Nashville (Tennessee), y su rival será un veterano de la UFC, muy respetado en el circuito. «Está teniendo mucha repercusión internacional porque yo soy campeón del mundo de muay thai y él es un nombre importante. Es un duelo muy atractivo, y eso me motiva aún más», dice.
Ayman se entrena dos veces al día, combinando técnica, potencia y trabajo psicológico. «A nivel mental, también trato con el psicólogo. Siempre que tengo una pelea que me resulta importante o dura, lo trabajo. Es fundamental estar bien. Puedes estar muy fuerte físicamente, pero si no estás equilibrado mentalmente, estás jodido. Hay que buscar un equilibrio entre cuerpo y mente», señala. En esta última fase, el entrenamiento se suaviza. «La última semana es más ligera. Se trata de mantener el peso y adaptarse. No puedo superar los 77 kilos, que es el límite del peso welter. También hay que acostumbrarse al cambio horario y al clima. Viajo este fin de semana y entrenaré hasta dos días antes del combate», comenta. Pero el reto no solo es deportivo. Ayman es consciente de lo que puede significar esta oportunidad para su carrera. «A nivel profesional, ganar supone mucho: un contrato importante, repercusión, visibilidad mundial. Es la forma de que me conozcan patrocinadores y sponsors, y de abrir puertas. Esta exposición es lo que me interesa ahora», explica. Además, no olvida sus raíces ni su disciplina madre: «Después de esto defenderé mi título mundial de muay thai en Italia. Pero si esta experiencia en Dirty Boxing sale bien, este promotor me abrirá muchas oportunidades a nivel internacional».
En apenas cuatro ediciones, Dirty Boxing se ha posicionado como uno de los espectáculos más comentados del momento. «Es una liga muy nueva, pero ya está haciendo mucho ruido a nivel social y deportivo. Han querido crear un formato más de striking, de golpes puros más que de agarres o llaves. Es brutal, intenso y muy visual para quien disfruta del combate».
Oportunidad para crecer
A sus 36 años, Ayman irradia la serenidad de quien ha aprendido a medir los tiempos. Formado en los templos del muay thai en Tailandia, con raíces africanas y españolas, y una carrera que combina el deporte con la enseñanza, el campeón madrileño vive este momento con gratitud y foco. «Este combate es el resultado de muchos años de trabajo, sacrificio y aprendizaje», confiesa. Su historia, forjada entre el tatami y los viajes, conecta con una filosofía de vida que trasciende el cuadrilátero. «He pasado por etapas duras, pero siempre he seguido adelante. El combate no es solo físico: es también mental, espiritual. Es estar en paz con lo que haces y saber que cada reto es una oportunidad para crecer». El próximo miércoles 30 de octubre, a las 7 de la tarde en Nashville (2 de la tarde en España), Nayanesh Ayman subirá al cuadrilátero frente a miles de espectadores y millones de visualizaciones potenciales.El combate se podrá ver en directo y de forma gratuita en el canal de YouTube de Dirty Boxing. Con la calma de un veterano y el fuego de un debutante, Ayman lo tiene claro: «No voy a Estados Unidos a participar. Voy a ganar. Es una oportunidad histórica, y quiero que la gente en España se sienta orgullosa. Este es solo el principio».