Gastronomía

Tabernarios

Visitamos el mercadillo gourmet de Nuevos Ministerios: esto es todo lo que hay que probar

Es un lugar para perderse entre croquetas, gildas, turrones y roscón

Foodtruck de El Brillante de Atocha, donde no falta el bocata de calamares
Foodtruck de El Brillante de Atocha, donde no falta el bocata de calamaresGonzalo Pérez MataLa Razón

No hay Navidad sin paseo por los tradicionales mercadillos. Hemos visitado el situado en Nuevos Ministerios, perfecto para todo amante de la buena mesa. ¿Lo mejor? Además de encontrar las clásicas casetas en las que adquirir esos adornos que aún faltan en el árbol o que los más pequeños echen un vistazo a las que venden juguetes, aquí se viene a comer. No se dejen ni un puesto. Sería imperdonable, aunque lo suyo es volver cuantas veces sea necesario, ya que permanecen abiertas hasta después de la llegada de los Reyes Magos. Ojo, venimos con hambre, porque es posible quedar para desayunar y salir cenado, si las pequeñas barras dibujan un cuadrado y en el medio es posible disfrutar de cada bocado que compras en cada una. Nos desperdigamos y cada uno se hace con los platillos que le apetecen y la mejor idea es ponerlos en el centro de la mesa para comer con la mano y compartir.

Nosotros abrimos boca en Santerra. Sí, con las croquetas de jamón ibérico de Miguel Carretero, las mismas que fueron reconocidas hace ya unas cuantas ediciones de Madrid Fusión como las mejores del mundo. Pasan los años y todos seguimos hablando de ellas por su perfecta bechamel blanca, su reconocible sabor a jamón, logrado por la buenísima calidad de éste y por la infusión de huesos realizada. En definitiva, un bocado ni líquido ni demasiado sólido. Ese que al morder, la croqueta no se desmorona y en ella permanece el pico del mordisco. En la otra mano, llevamos un caldo de cocido con la pelota de la pringá y volvemos, por supuesto, a por una de torreznos.

Arzabaleros, tomen nota, Iván Morales y Álvaro Castellanos preparan un cubanito de cerdo asado y un brioche de «roast beef» que armonizan mejor que bien con las burbujas del champagne Mum. Las gildas de queso, anchoa y tomate de La Real y el bocado de queso feta y aceituna negra, las empanadas de trufa, de vegan thai y de carne picante de Malvon (seis cuestan 16 euros) completan un aperitivo en el que no falta una Maestra Doble Lúpulo, de Mahou. A pocos metros, nos topamos con el «foodtruck» de Napoli Gang by Belmondo, del que desfilan las pizzas (margarita, cuatro quesos, amatriciana y arde), que son la especialidad, lo mismo que la tarta de queso y el tiramisú. Y, enseguida, nos topamos con la cola para devorar las hamburguesas de GoXo. ¿Qué pedimos? La doble cheeseburger de carne madurada de buey, queso gouda, noodles yakisoba cremosos de pimientas del mundo, miso y salsa perigourdine de trufas negras (15, 50 euros). De beber, una piña colada al wok (12,50) y de postre, el flan cremoso de mascarpone. El Bund también está presente y pedimos los jiaozi de cerdo ibérico (por 8 le pedirán 11,80) y el pan bao de cerdo laqueado con verduras.

Para rendir tributo a la hora de la merienda, la parada obligada es en San Ginés, claro, donde por un chocolate con seis churros piden 4,50 y si quiere regalar sus emblemáticas trufas, la caja de 9 cuesta 16. ¿Un café? En La Priégola lo preparan ecológico con leche fresca (1,90). Y, por si no saben qué son los krönuts, es una mezcla de croissant y donut. El resultado es un bocado esponjoso bañado en chocolate y negro (4,75), que, entre otras variedades, ofrecen con mermelada de frambuesa y rizos de chocolate de fresa. Y, si es más de cookies, en The Cookie Lab por la caja de 4 le pedirán 11,80.

Es Navidad, así que nos vamos con un panettone, de Pancracio, y con el roscón de Pan.Delirio (medio kilo, 22 euros). La novedad de El Almendro son los palitos de turrón de caramelo con chocolate y las láminas de turrón de almendra. Al lado, los míticos de 1880 y de Vincens. Cuidado, los chocolateros de la familia pueden hacer acopio en Ferrero y en Lindt.

Para no perderse

►No podía faltar el mítico bocata de calamares de El Brillante para devorar después de un caldo que calienta el alma. Justo al lado, las hamburguesas de wagyu de Finca Santa Rosalía. Vuela la que incluye tomate, pimiento rojo de piquillo, crema de boletus y lascas de queso Idiazábal.Comunidad de Madrid ha dispuesto medidas que suponen un freno a la Lomloe, más conocida como «Ley Celaá», en el ámbito de sus competencias.