Celebración

San Antón ampara a todos en Madrid

Una festividad acogida con entusiasmo por los "propietarios" o "protectores" de animales

Es la gran fiesta de los animales... o de los dueños de los animales, entusiastas de todos ellos, y conductores, o pastores, hasta el templo. En la parroquia de San Antón de Madrid -pero también en numerosas iglesias de toda la región-, muchas de ellas con una imagen del santo, se dan cita durante todo este 17 de enero, apasionados «propietarios» o «responsables» de animales. En este día perros, gatos, periquitos, peces e incluso serpientes acaparan todo el protagonismo de las bendiciones en un año en el que la nueva Ley de Bienestar Animal, recién entrada en vigor, podría suponer un varapalo contra la tradición y algunas de las celebraciones típicas en estas fechas. O no.

A todo ello se une, desde hace años, la caída de la natalidad y la sustitución de los niños en el hogar por lo que hasta ahora se llamaban «mascotas», una palabra denostada por muchos de esos propietarios, responsables al fin y al cabo de las acciones de sus animales. Esta humanización excesiva de las mascotas, en una sociedad que las trata cada vez más como miembros de la familia, puede conducir a conductas contrarias a la naturaleza de esos animales y a comportamientos anómalos por parte de los propietarios. Situaciones en las que algunos olvidan los comportamientos naturales de unos seres vivos que, por encima de todo, son animales.

Una festividad esta de San Antón, que también tiene una lectura política, cómo no. Así, el grupo municipal de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital ha acusado este miércoles al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, de convertir las festividades de San Antón, patrón de los animales, en un «show de animales de trabajo» que prima los desfiles antes que el fomento de su «bienestar» y «protección». Está visto que ni San Antón se libra de la polémica política.

Una fiesta que en España tiene, sobre todo, un lado hogareño, pero que en otros países, por ejemplo Italia, se reclama la protección del santo para vacas, ovejas o carneros. Todo más industrial. Y alimenticio.