El Madrid de

Susanna Griso: «Me encanta la hora de la siesta, ahora mismo es el mayor de los lujos»

La periodista que lidera las mañanas de la información y el entretenimiento, muy comprometida con la actualidad

Susana Griso @Gonzalo Pérez Mata
Susanna Griso @Gonzalo Pérez Mata Gonzalo Pérez Mata Fotógrafos

«Todo nace de la curiosidad», dice la líder en las mañanas de Antena 3. A sus 17 años, en Estados Unidos, dudó entre psicología y periodismo y Madrid llegó casi por accidente. Empezó a estudiar en Barcelona, donde tocó la radio y la televisión. Pero la oportunidad de estar en el informativo de Antena 3 Noticias con Matías Prats no contempló una negativa. «Se trataba entonces de una nueva etapa, con nuevos platós, y la llegada de Ernesto Sáenz de Buruaga. Recuerdo la gran impresión de rodearme de gente que siempre había admirado profesionalmente como Pedro Piqueras, Rosa María Mateo, Fernando Ónega, Matías Prats… Tuve un síndrome de impostora absoluto». Y hablando de síndromes, los políticos suelen hablarnos del síndrome de la M-30, lo que Susanna Griso comparte. La periodista, que además de dedicarse a la actualidad, viene de Cataluña, manifiesta su opinión sobre la situación política: «Yo creo que en Madrid todo se multiplica y parece mucho más apasionado y ruidoso de lo que realmente es. Cuando estás fuera percibes lo mucho que admiran y aprecian España. Después de tantos años de profesión, relativizo las cosas. Somos un país muy resiliente».

Se siente una adoptada de la capital. «Es una ciudad que está pasando un momento especialmente bueno; lo viví en 1992 en Barcelona y sé reconocerlo». Recuerda su llegada como una ciudad más provinciana, donde no percibía tanta savia nueva como ahora. Es una aficionada al Rastro, pasear por La Latina o Chueca. Para comer bien recomienda La Parra y La Ancha, así como el grupo de las Coruñesas. La taberna de La Castela es de sus favoritas, los dulces de La Duquesita y la cafetería En Bruto, ideal para hacer coworking y comprar buenos panes. Como deportista declarada, recomienda los paseos por el parque regional de Cuenca Alta del Manzanares.

La radio, su escuela

«La radio ha sido mi gran escuela. Si hubiese empezado en televisión directamente me hubiese costado mucho más. La tele impresiona, y más ahora con el impacto que tienen las redes sociales donde la imagen y lo que dices tiene una repercusión enorme. A su vez, trabajar con la presión de cinco cámaras y altavoces mediáticos… es duro. El haber pasado por la radio, empezando desde las bases, siendo soldado peón, pateando mucho la calle y aprendiendo a improvisar… me sirvió de mucho». Responder por lo bueno y lo malo, llevar las mieles y las hieles, ser la cara responsable de lo que ocurre en un directo de cinco horas todos los días no es tarea fácil. Los años son quienes le han dado la capacidad de saber desconectar, «pero ha costado, ha sido la gran gimnasia que me he tenido que aplicar en la vida. Ahora sé encontrar mis huecos». También deja claro la importancia del equipo: «Tengo a gente muy buena detrás. Hay mucho tiempo y personas que se entregan al máximo para que todo funcione».

Con insomnio o sin insomnio; así define Susanna parte de sus días, entre risas. «Si todo va bien me levanto a las cinco y leo la prensa tranquilamente, hora que dicen los expertos que hay más concentración. A las seis escucho la radio y leo digitales; y a las siete llega la reunión telemática. Me arreglo, desayuno, organizo la escaleta y voy al trabajo. A las 13:30 cuando acabo, ya llega la próxima reunión que prepara el día siguiente. Por las tardes, en mi día ideal duermo la siesta, que me encanta y es el mayor de los lujos. Ejerzo de madre, hago deporte...», detalla. El día libre de equipo es el sábado, cuando salvo causa mayor, tienen prohibido conectar.

Griso ha conseguido dominar todas las aristas de la información y el entretenimiento hasta darle forma propia, liderando un matinal cuyos resultados huelga decir que funcionan. «Se gestiona como la vida misma. Empiezas hablando de amnistía, sigues con el mundo de las empresas y te acaban preguntando por el último cotilleo del corazón. A mí me gusta todo, me apasiona la política y la economía, pero agradezco mis ratos de recreo, entretenimiento y crónica social».

Desafíos del futuro

La inteligencia artificial es una de sus grandes preocupaciones. «Tengo muchas reservas con el tema, pero soy muy pragmática y pienso que ha llegado para quedarse, no sirve de nada negarlo».

Los entrevistados que todavía se le resienten son el Papa, el Gobernador del Banco de España o la presidenta de la AIREF. Por otro lado, si la periodista se convirtiese por un día en presidenta del Gobierno tendría tres prioridades: educación, agua y energía. Y como mujer comprometida con causas sociales, actualmente presta gran interés al acceso de los jóvenes al porno. Forma parte del patronato de una fundación que trabaja para sensibilizar a través de los medios a organismos e instituciones europeas. «La mitad de chavales antes de los 15 años ven porno de manera habitual, ya empiezan con ocho y nueve años. Sobre todo, el tipo de porno que ven es de una violencia extrema», lamenta.