Viviendas en Getafe con vistas a una siderurgia y a la vía del tren

La fundición siderúrgica Corrugados de Getafe es motivo de un enorme malestar y polémica, desde hace tiempo. Los vecinos de Juan de la Cierva y Los Molinos se quejan del humo, el ruido y malos olores que genera su actividad industrial. De hecho, ha sido el motivo de que se cree una plataforma vecinal que ha pedido ya en reiteradas ocasiones la Administración local y autonómica que pongan los medios necesarios para que pare su actividad.

Ya ha salido a la calle en varias ocasiones para hacer visible su malestar y exigir datos sobre mediciones de ruido y humo que probarían, bajo su punto de vista, supuestos incumplimientos y consecuencias nocivas para la salud que su actividad generaría. «Queremos saber si tenemos plomo, dioxinas y furanos en los pulmones, si las emisiones tóxicas siguen sin filtrarse y, de ahí, el intenso olor a metal y si el ruido supera los límites fijados por la ley, como ha quedado probado en otras ocasiones», lamentaban en una de sus protestas con pancartas en las que podía leerse: «Nos ahogan». Sin embargo, el Ayuntamiento de Getafe, pese a las denuncias públicas de los olores y ruidos de la empresa Corrugados, pretende levantar 700 viviendas frente a las instalaciones de esta empresa siderúrgica y la vía de ferrocarril que une Madrid con Valencia, por la que también pasa la línea C3 de Cercanías.

Se trata de un proyecto que el Consistorio lleva desde 2011 intentado sacar adelante: el Plan Parcial «La Estación». Lo conformarían nueve hectáreas de terreno situadas al este del caso urbano del municipio, entre el Polígono Industrial Los Ángeles (donde está Corrugados) y la colonia militar de la base del Ejército del Aire.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Agricultura de la Comunidad de Madrid ya emitió una propuesta de informe ambiental desfavorable en abril de 2016. Varios fueron los motivos: uno de los principales era el ruido procedente de las actividades industriales, entre ellas la de Corrugados Getafe, y la Base Aérea.

La solución que propuso entonces el Ayuntamiento era la construcción de un carballón coronado por una pantalla acústica, pero la Administración regional consideró que no había coherencia entre lo que debía ser la ordenación de la zona y la medida correctora. ADIF también opinó sobre el asunto y puso pegas para levantar ese carballón por una simple cuestión legal: se ubicaría sobre una zona de dominio público ferroviario.

Así las cosas, el Gobierno municipal volvió a remitir a la Comunidad de Madrid una nueva versión del Plan Parcial en noviembre de 2021. En él se incluían 26.174 metros cuadrados de superficie para aprovechamientos lucrativos (de los 90.968 metros cuadrados totales del ámbito) que se convertían en 67.642 metros cuadrados de edificabilidad lucrativa.

En concreto, se trataba de seis parcelas que suman una estimación máxima de 700 viviendas (623 libres y 77 con algún tipo de protección). Por eso pidió la tramitación simplificada del informe ambiental estratégico. «Tras la oportuna gestión administrativa, la Dirección General de Descarbonización y Transición Energética concluyó en un informe que debía someterse a procedimiento ordinario y solicitaba un nuevo informe acústico porque los niveles observados no cumplen con los valores objetivo de calidad acústica y la medida correctora propuesta (el carballón) sigue sin resultar viable, ya que ocupa mayor superficie que la destinada a espacios libres/zonas verdes, invadir superficie destinada a viario y edificación residencial, y, tal y como apuntaba ADIF, se sitúa de nuevo en la zona de dominio público ferroviario», explican desde la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid. Dicho esto, ahora la Administración autonómica se encuentra a la espera de la nueva documentación que ha solicitado al Ayuntamiento. En paralelo, la Dirección General de Descarbonización tiene abierto y en tramitación un procedimiento de revisión de oficio de la autorización ambiental de la empresa siderúrgica.

«El motivo para abrir este nuevo procedimiento fue asegurar la seguridad jurídica del procedimiento de revisión. Además, cualquier incidencia que se detecta en las operaciones de esta instalación se envía a Disciplina Medioambiental, que actualmente está instruyendo varios expedientes de sanción contra la compañía», añaden desde la Consejería.

Corrugados, sin embargo, está dispuesta a poner todos los medios necesarios para continuar con su actividad. “Desde Corrugados Getafe hace tiempo que venimos tomando las medidas necesarias para cumplir con las exigencias medioambientales. Hemos diseñado un ambicioso plan para la optimización de toda la fábrica y haremos una importante inversión para asegurar una buena convivencia en la zona, así como la viabilidad de los 200 puestos de trabajo directos y 500 indirectos que genera la planta”, aseguran a LA RAZÓN fuentes de la empresa.

Zona afectada por el mapa del ruido

Quien se ha mostrado muy crítico con los planes municipales de construcción de las 700 viviendas ha sido Antonio José Mesa, concejal y candidato del PP de Getafe. «Esto que quiere hacer Sara Hernández acrecienta el problema para los futuros vecinos a sabiendas. El PSOE de Getafe es experto en meternos en pufos urbanísticos. Como los problemas de los vecinos de Los Molinos con Corrugados, o las viviendas de Perales del Río construidas al lado de una depuradora, a los que ahora la alcaldesa también lleva la ampliación del vertedero. A esto hay que añadir que ahora promete también viviendas en el ACAR, una zona afectada por el mapa del ruido del Ayuntamiento, debido a tener al lado la Base Aérea, y por cuyos terrenos que eran del Ministerio de Defensa ha pagado 35 millones de euros a Pedro Sánchez».

El portavoz popular critica que se haya anunciado también que «se quiere implantar allí una industria de fabricación de microchips, viviendas al lado de industrias, cuando hay polígonos en Getafe donde ubicar este tipo de empresas. Esto es una engañifa más de la alcaldesa. No ha construido ni una sola vivienda en ocho años y promete hacer miles a pocos meses de las elecciones».