La exhibición que dibuja al vino en arte

Amamos a los artistas por ser capaces de transportarnos con sus creaciones, emociones, sensaciones y momentos que no podemos tocar. «Crear es un arte» y un placer poder disfrutarlo.

Este es el concepto base con el que hoy se presenta la experiencia sensorial «Art and Wine Pairing Experience» en la paradisíaca isla de Palma de Mallorca. Se trata de una exhibición de maridaje de arte y vino, donde cada obra viene acompañada de un vino, que representa al producto estrella de siete Bodegas mallorquinas.

«Tanto un vino, como una obra de arte, son un espejo de quien se encuentra detrás, de su creador», dice Natalia Xamena, gerente de la galería organizadora «Gallery Red». Este nuevo concepto de exhibición es un homenaje a los artistas y enólogos, que con sus creaciones nos hacen disfrutar más de la vida y nuestros sentidos.

Para Xamena, como seres vivos «deberíamos explorar más nuestros sentidos, ya que muchas veces abusamos de algunos, sin terminar de sentir otros», por ello, con esta propuesta se busca aprender a disfrutar del vino como de un perfume, «pues el olor de un vino es fragancia pura».

«A través de esta experiencia queremos despertar un abanico de mil millones de sensaciones multisensoriales, que nunca antes se lea ha propuesto» aseguran desde Gallery Red.

La obra de Andrea Torres representa al rosado «110» un vino que evoca la feminidad de la bodega, con una mujer al frente, Esperanza. «Camino al cielo» es un vino tinto que exhibe la obra del artista alemán, Thomas Ruff, quien asegura con su arte que el cielo muy lejos de la luna no debe estar. «Ses Pedres» es un intenso vino blanco que nos recuerda a las notas amarillas de las piezas abstractas de Gerhardt Richter.

Elena Gual acompaña con su obra al tinto «Terrum», como su nombre indica, es la expresión máxima del terroir isleño, de la viticultura de Mallorca. Evelyne Brader Frank presenta las formas suaves y voluptuosas de la mujer junto al vino blanco «Giró Ros», el cual recuerda el aroma a flores de la feminidad.

Viani trae con su arte la liberación de la superficialidad con el vino «Blanc de Mantonegro», un contraste de uvas (blanco y negro) que precisa descartar la piel de la uva, la parte superficial de esta, sirviéndose solo de aquello que la uva contiene en su interior. mientras que la obra de Carlos Prieto acompaña al vino «Blanc de Blancs» fruto de la unión entre las variedades de uva chardonnay y prensal blanc (uva local); un vino con características locales e internacionales, atributo que comparte con la obra del artista.

Esta exhibición se presenta gracias a creadores comprometidos, y artistas y enólogos jóvenes, cuyo pensamiento moderno espera poder llegar próximamente a Madrid. Sin duda, la experiencia es una oda artística, donde se demuestra que el vino es pura pasión y arte.