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Agricultura

"La alimentación de los españoles dependerá de Marruecos en una década"

La plataforma SOS Rural apunta en una mesa de debate celebrada en LA RAZÓN que la superficie y producción agrícola se "derrumba" en España, mientras la UE y el Gobierno estimulan los cultivos marroquíes

RABAT, 08/04/2022.- Escasez de sémola en Argelia, tomates al doble de su precio en Marruecos, racionamiento de harina en Túnez y una inasumible carestía en Libia empobrecen aún más a las familias del Magreb que afrontan un costoso ramadán, mes sagrado de ayuno y de gran consumo, por la guerra en Ucrania. Sensibles a los vaivenes del mercado internacional y altamente dependientes de la importación de trigo desde Ucrania, el pan tradicional argelino o la sopa marroquí de tomate "harira" que las familias preparan para el "iftar", ruptura del ayuno al atardecer, se han convertido en productos de lujo. En la imagen, un puesto de frutas en Rabat. EFE/Natalia Román Morte
Un puesto de frutas en Rabat, MarruecosNataila Román MorteAgencia EFE

Los españoles dependerán de terceros para poder alimentarse en diez años. Esta es una de las principales conclusiones a las que se han llegado durante un encuentro de debate celebrado en la sede de LA RAZÓN, en Madrid. En él participaron Natalia Corbalán, portavoz de SOS Rural; Adolfo García Albaladejo, director general de Camposeven, y Jorge Jordana, director del Área Agroalimentaria de la Fundación Lafer. En esta mesa, los ponentes trataron el alza en los precios de los productos frescos provocado por el "maltrato al campo".

Un mecanismo al que recurren ante el "desastre", dice Corbalán, al que está asistiendo el sector primario español. La portavoz resumen la situación en menos hectáreas de cultivo y menos cosechas, lo que se traduce en subidas constantes de los precios de los alimentos y un descenso del consumo de frutas y hortalizas. Mientras, apunta, la UE y el Gobierno estimulan los cultivos marroquíes. Por eso, "no hay ni en España ni en Europa una representación política válida que defienda al sector primario", manifiesta y avanza una respuesta del campo español similar a las movilizaciones que estos días se ven en Francia, Bélgica o Alemania.

Para empezar, la portavoz de SOS Rural compartió con los asistentes una batería de datos que acreditan "un cuadro desalentador": el precio de los alimentos subió el 11,7% en España en 2023, que se acumula al 15,3 de 2022. Es decir, en dos años, la cesta de la compra cuesta a los españoles el 27% más, "una barbaridad inasumible para muchas familias". En cuanto a las causas, Corbalán apunta al "desmantelamiento acelerado de la producción de alimentos en España, tanto agrícolas como ganaderos".

Para apuntalar estas afirmaciones, la portavoz del movimiento ciudadano del mundo rural dejó un ejemplo "que todo el mundo entiende en España". La propia Comisión Europea augura una caída del 21,5% de la superficie dedicada al cultivo de tomate, uno de los productos estrella, icónico y de consumo masivo en España. También prevé una reducción del 22% de su producción en nuestro país, en los próximos años.

"Los datos de comercio exterior de la UE demuestran cómo las importaciones de tomate marroquí al mercado europeo están matando su propio campo", afirma. En total, se han incrementado en el 52% desde 2013 hasta 2022 (de 365.695 a 557.225 toneladas).

Adolfo García y Natalia Corbalán
Adolfo García y Natalia CorbalánSOS Rural

"El ejemplo palmario del tomate, que es un caso entre otros muchos de nuestra huerta, acredita que estamos abocados a que nuestra alimentación básica y diaria dependa de terceros y de sus caprichos políticos. Y que España, un país que ha sido una potencia mundial, no será capaz de producir alimentos para cubrir las necesidades de su propia gente, lo que llamamos la soberanía alimentaria, un concepto de elemental interés estratégico para cualquier Estado", reclama Corbalán.

"Las políticas europeas están provocando su propio suicidio —prosigue la portavoz de SOS Rural, ya que el caso del tomate se puede aplicar a cualquier producto, como la carne". Corbalán indica que las condiciones de producción desiguales por varios motivos.

Por ejemplo, "por disponer de productos fitosanitarios que en la UE están prohibidos o por permitir condiciones laborales semi-esclavistas". Esto provoca, dice, "que los productos de Marruecos o Egipto, con mano de obra subsahariana, revienten el mercado europeo y añadan un factor antes superado de inseguridad alimentaria".

Pero añade que "lo que es realmente frustrante es que sea la propia UE quien financie la creación de nuevas tierras de cultivo en Marruecos para externalizar la producción", mientras "el mundo rural español y europeo agonizan".

Los productos frescos serán artículos de lujo

Por su parte, Adolfo García Albaladejo, director general de Camposeven, empresa agrícola de producto ecológico y presidente de la Fundación Ingenio, exhibió más datos. La exportación española de frutas y hortalizas frescas disminuye y, en 2022, cayó otro 10% más (nada menos que 12 millones de toneladas). "Y así cada año. Una tendencia mortal", señala.

Para García, las consecuencias son palmarias para todos los españoles: la alarmante subida de los precios de los productos frescos en los supermercados, que "se están convirtiendo en artículos de lujo. De hecho, su consumo en España está disminuyendo a gran velocidad y están siendo sustituidos por ultraprocesados. Es el principio del fin de la dieta mediterránea: cada español ha eliminado de su cesta de la compra 2,45 kilos de esos alimentos", según datos del Ministerio de Agricultura de agosto de 2023.

Por su parte, Jorge Jordana, director del Área Agroalimentaria de la Fundación Lafer, fue taxativo al afirmar que "la UE comete un delito cuando no ampara la competencia leal, es decir, la igualdad de las reglas comerciales para todos, como está escrito en los Tratados", al dar entrada sin control a productos procedentes, por ejemplo, de Marruecos.

"¿Cómo es que nadie todavía ha llevado a las instituciones de la UE ante el Tribunal Europeo por vulneración de la competencia?", se preguntó. Sobre la representación política de agricultores, ganaderos y pescadores, Jordana también fue contundente: "No hay ni en España ni en Europa una representación política válida que defienda al sector primario".

Por todo ello, SOS Rural vaticina una "respuesta política contundente y unitaria del campo español", como ya está ocurriendo en Alemania, Francia o Italia. España padece problemas muy similares a los de estos países. "Será una respuesta política y unitaria, que SOS Rural quiere canalizar para evitar el colapso de la forma de vida de millones de españoles", concluyó.

El debate se produjo un día después de que SOS Rural presentara en el Congreso de los Diputados una Iniciativa Legislativa Popular, que tiene como objetivo proteger por ley las actividades primordiales del sector primario. En ella se propone el uso prioritario de tierras agrícolas para la producción de alimentos y la protección de los regadíos.