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Verde

La geotermia profunda se abre paso en España

Se conceden por primera vez ayudas para explorar esta fuente de energía renovable que ya se usa ampliamente en países como Islandia

Lava erupts from snow-covered Mt Etna volcano, Sicily, Italy, early Saturday, Nov. 25, 2023. Europe's most active volcano remains active scattering ashes around a vastly populated area on its slopes. (AP Photo/Etnawalk, Giuseppe Di Stefano)
Imagen del Etna en erupción a finales de noviembre de 2023. Italia aprovecha la geotermia desde hace un sigloEtnawalk, Giuseppe Di StefanoAP Photo

Hace poco más dos años, se daba por finalizada la erupción del volcán Cumbre Vieja en la isla canaria de La Palma y ya entonces sobrevoló la pregunta: ¿y todo ese calor que emana de la tierra no se podría utilizar como recurso renovable para la producción eléctrica?

Pues bien, hace tan solo unas semanas, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) adjudicaba 120 millones de euros provenientes de los fondos Next Generation a 14 proyectos para sondear, precisamente, el potencial de aprovechamiento de la energía geotérmica profunda en España. Un total de 102 millones de euros se concentrará en explorar en detalle lo que esconde el archipiélago.

Las islas Canarias son una de las zonas con más potencial de aprovechamiento geotérmico en España, junto a otros emplazamientos en la Península como Cataluña, Extremadura, el sur de Madrid y parte de Castilla-La Mancha o la zona oeste de Andalucía. Sin embargo, hay que diferenciar qué potencial tiene cada una de ellas en función del tipo de recurso que posee y los posibles usos que se le pueden dar.

«Dentro de la geotermia hay dos universos diferentes que conviven: una es la llamada geotermia profunda que permite generar electricidad (a más de 150º y varias decenas de metros de profundidad) y la otra es la superficial o somera (puede tener temperaturas de hasta 30 grados solo y está a pocos metros) que es la que se utiliza para climatización. En ambos casos se aprovechan las anomalías térmicas que existen en el interior de la corteza terrestre. Si las anomalías se sitúan a decenas de metros de profundidad y coincide con la presencia de un acuífero se habla de yacimiento geotérmico y en esos casos basta con perforar el suelo para obtener directamente vapor de agua. Si este se canaliza hasta la superficie se puede generar electricidad a través de una turbina, como sucede en cualquier otra central de producción termoeléctrica, pero en este caso en lugar de gas o carbón, la materia prima es ese vapor de agua caliente natural del interior de la tierra. Todo el recurso está ahí de forma natural, lo único que hay que hacer es llegar hasta él», explica Margarita de Gregorio, coordinadora de la Plataforma Tecnológica Española de Geotermia (Geoplat). Aún existe otra opción. «En ocasiones, aunque no exista un acuífero, se puede crear un yacimiento geotérmico inyectando agua en una zona del terreno que esté a alta temperatura, lo que permite aprovechar este recurso en muchos lugares donde hasta ahora no era viable, ampliando la explotación de recursos de alta temperatura a áreas geográficas e incluso países en los que no han existido yacimientos convencionales. Esta técnica se denomina geotermia estimulada o sistemas geotérmicos estimulados», matizan desde la plataforma.

Nuevas perforaciones

Con estas ayudas se abre el camino al estudio en detalle de la geotermia profunda en España y es que «las centrales hay que instalarlas donde exista el recurso, como pasa con otras renovables, pero en este caso en lugar de sol o viento, hay que buscar un subsuelo en el que haya una discontinuidad térmica. Hay mapas elaborados y, a grandes rasgos, sabemos cuáles son los puntos donde hay potencial. El problema ahora mismo es que estos mapas no cuentan con el suficiente nivel de detalle. Hay que pensar que los taladros que utilizan las empresas de exploración son de 40 centímetros y hay que saber exactamente dónde perforar (como sucede, en general, en cualquier industria minera, incluido el petróleo). Para saber todo esto habría que digitalizar un montón de datos del suelo. El Instituto Cartográfico de Cataluña sí ha elaborado mapas detallados en los que se especifican las diferentes temperaturas del interior del subsuelo y eso explica por qué es una de las CC AA con más desarrollo de geotermia somera», matiza de Gregorio.

Lo interesante de la geotermia como fuente de energía renovable es que para producir electricidad basta con perforar y «puede estar disponible siempre. Es lo que la diferencia del resto de renovables, la eólica y la solar producen cuando hay condiciones determinadas de sol y viento. Aquí basta con abrir o cerrar el paso del vapor. Por eso se dice que la geotermia es gestionable. También sirve como energía de respaldo para la red. La somera, por su parte, es la mejor técnica disponible para la climatización. Una bomba de calor se instala en la ventana o en la cubierta y cuando hace calor en el interior extrae ese calor mientras que cuando hace frío mete el calor del exterior. Pero esa temperatura la saca del ambiente (ahora en negativo muchos días por la noche) y la bomba se mueve con electricidad», apunta de gregorio.

Sin embargo, «en la bomba de geotermia esa temperatura se obtiene del subsuelo que se mantiene a una temperatura estable. En España a partir de los cinco metros de profundidad, la temperatura es constante y está entre los 15 y los 20 grados. Si la temperatura de confort en interiores tiene que rondar los 21º, esto se traduce en que el aparato necesitará muy poca electricidad para funcionar porque su rango de temperatura está entre los 15 que saca del interior de la tierra y los 21 que es la temperatura de confort», puntualiza la coordinadora de Geoplat.

En Europa, es precisamente esta geotermia para climatización la que se ha desarrollado especialmente, especialmente, entre otras razones porque no usa combustibles fósiles y, por tanto, se la considera una parte fundamental para lograr la descarbonización de la edificación. En todo el continente ya hay más de un millón de instalaciones térmicas funcionando que ahorran entre un 4070% en la factura.

También es la que se ha aprovechado en España. Según datos del último «Estudio del impacto macroeconómico de las Energías renovables en España», publicado por la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APP) «se estima que la capacidad instalada total en nuestro país está por encima de los 350 MWt (MW térmicos). Regiones como Galicia, Cataluña, Madrid y País Vasco están en la vanguardia del mercado. A día de hoy todavía no hay subastas eléctricas que contemplen la geonadora termia, pero existe interés en impulsar proyectos de esta energía como fuente de electricidad, fundamentalmente en las Islas Canarias (por una combinación de alto potencial y precios de generación de electricidad superiores a los del resto de la Península)», dice el estudio. Teniendo en cuenta las ayudas en poco tiempo podríamos encontrar los primeros proyectos de centrales de producción eléctrica, ya que las entidades de los proyectos adjudicados tienen que presentar los informes de viabilidad antes de que acabe junio de 2026.

Islandia y los volcanes

Islandia es, sin duda, el país de Europa con mayor producción geotérmica. Casi el 100% de la electricidad que se consume en este pequeño país de 330.000 habitantes proviene de la energía renovable entre hidroeléctrica y geotérmica; «en 2016, la geotérmica suministró alrededor del 65% de la energía primaria, mientras que la participación de la hidroeléctrica fue del 20% y la de los combustibles fósiles (principalmente para el transporte) fue del 15%», según datos de Geoplat.

En el país, hay interés por desarrollar otro tipo de central de geotermia supercrítica que aproveche el calor de las cámaras de magma. La idea es la misma que en la geotermia de profundidad, perforar pozos en la zona más blanda y quebradiza cercana a esa cámaras magmáticas que tengan altas temperaturas y presión y extraer agua extremadamente caliente a alta presión para poner en funcionamiento las turbinas.

Es lo que estudia el proyecto Krafla Magma Testbed, centrando en ver qué posibilidades hay de acceder a los depósitos que están a 900º C de temperatura y a escasos kilómetros de la superficie y con qué materiales se podría perforar y explotar el recurso sin que se fundan con el calor.

Un objetivo que pretenden alcanzar en 2026 y con el que, dicen, se obtendría un potencial de generación de energía renovable como nunca hasta ahora, además de que observar qué se produce dentro de estas cámaras magmáticas podría ayudar a reducir el riesgo de desastres volcánicos. «El reto, aún no resuelto es conseguir materiales que resistan estas condiciones. De momento, no hay nada que resista los 300- 400 grados del interior de estas cámaras, aunque se está investigando con posibles aleaciones», dice de Gregorio.

Una energía renovable que gana terreno en todo el mundo

Según los últimos datos publicados por ThinkGeoEnergy (proveedor de servicios de información para el sector mundial de la energía geotérmica), a finales de 2023 la capacidad mundial de energía geotérmica ascendía a 16.355 MW (lo que supone un aumento de 208 MW respecto al año anterior). Encabeza la lista EE UU con 3.900 MW, Indonesia con 2,418 y Filipinas con 1.952 MW. Tras estos primeros puestos figuran Turquía, Kenia, México, Italia (916 MW), Islandia (con 754) y Japón (576MW). «En 2024, esperamos un crecimiento adicional en la capacidad instalada de generación de energía y se espera que entren en funcionamiento grandes desarrollos en Kenia, Indonesia y Filipinas, así como en Nueva Zelanda. En Europa, el énfasis principal sigue siendo el desarrollo geotérmico para fines de calefacción y los proyectos de generación de energía son escasos. El principal líder, Turquía, ve un mercado bastante inactivo dadas las condiciones actuales del mercado», apunta la entidad.