Motor

¿Sabes cuáles son los modelos de furgonetas camufladas que usa la DGT para multar?

La incorporación de estos vehículos abre el debate sobre el afán recaudatorio de Tráfico

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La solidaridad entre los conductores ha hecho que, a través de las redes sociales, se vayan identificando las furgonetas trampa que ha colocado la Dirección General de Tráfico para multar a los automovilistas este verano. Una nueva arma del departamento que dirige Pere Navarro para sacar el dinero del bolsillo de los automovilistas.

Estas furgonetas camufladas se unen al tremendo despliegue de medios anunciado por el propio director hace unos días. Para incrementar la capacidad sancionadora la DGT ha puesto sobre las carreteras españolas 1.312 radares, 216 cámaras que nos controlan si llevamos el cinturón o estamos usando el móvil, una docena de helicópteros y otros tantos drones. Y todo ello se complementa con motos y furgonetas fantasma, camufladas para sorprender a los conductores.

Pero la labor de los automovilistas, denunciando a través de las redes sociales la localización de estos vehículos, hace que podamos estar atentos y evitar la sanción. Así por ejemplo, los agentes están utilizando siete unidades de Ford Transit Custom, cuatro de ellas pintadas de azul y otras tres de negro. Aunque tienen mucha movilidad, los automovilistas las han localizado en la autovía de Andalucía por la zona de la provincia de Toledo, en Mallorca, en La Coruña y en Salamanca. Sus hermanas negras se han visto en los alrededores de Valencia, en Oviedo y en Santander.

Otro modelo utilizado es la Citroën Jumpy que opera por Vigo y su carrocería es blanca. De este mismo color es la Mercedes Sprinter que se sitúa cerca de Sevilla. Y asimismo de este color son cuatro unidades de Renault Master que se han repartido por las provincias de León, Alicante y en Galicia, concretamente cerca de Orense y Pontevedra. Se cree que puede haber más y que aún no han sido detectadas por conductores que ponen en sobreaviso al resto de los usuarios de la carretera.

Todos los comentarios de las redes sociales y de algunas páginas especializadas coinciden en que suelen situarse al borde de la carretera, a veces con un cartel de vehículo averiado para no levantar sospechas y, a veces, unos metros después de algún radar fijo para así conseguir lo que se ha llamado multa de radar en cascada. Es decir, cuando el conductor, confiado por haber pasado un radar fijo, pisa instintivamente un poco el acelerador.