Sociedad
El equipo contra la mendicidad de Cartagena actúa en 11 casos en una semana
“Dar limosnas es crear mendigos”, ha enfatizado la alcaldesa de la ciudad portuaria, Noelia Arroyo
El servicio itinerante que pretende erradicar la mendicidad en Cartagena, que se acaba de reactivar tras la pandemia, ha detectado en una semana once casos de pedigüeños en los que han intervenido los equipos de técnicos de los Servicios Sociales, asistidos por agentes de la Policía Local, para proponerles retomar sus procesos de reinserción, que han abandonado por problemas de adicción o por problemas de salud mental.
El programa de trabajo se viene desarrollando en tres zonas: la zona centro, el entorno de los supermercados e iglesias, y las zonas de aparcamiento del área urbana, y en todas las intervenciones se actúa para intentar derivar a las personas que ejercen la mendicidad a los recursos sociales que puedan necesitar, paliar situaciones de pobreza que puedan existir y propiciar la salida de estas personas de la calle, una situación que les convierte en más vulnerables.
El trabajo de estos grupos se desarrolla en tres diferentes franjas horarias en las que el ejercicio de la mendicidad es más frecuente, y se presta especial atención a la población menor de edad, o a las personas que por sus circunstancias de especial vulnerabilidad, riesgo o desamparo estén siendo utilizados en estas actividades de mendicidad.
“La práctica totalidad de las personas que piden en la calle son usuarios de los servicios Sociales municipales, muchos están en programas orientados a su integración social y hay personas a las que se trata de orientar a programas de desintoxicación. Aunque vivan en una situación precaria o de vulnerabilidad, la limosna que reciben en la calle nos soluciona su problema, sino que lo perpetúa”, ha dicho la alcaldesa y concejal del Área de Bienestar Social, Noelia Arroyo.
La alcaldesa advierte a las personas que están dispuestas a ayudar a que lo hagan a través de las organizaciones sociales, que en Cartagena trabajan con gran rigor y son muy eficaces. “Dar limosna puede romper o interrumpir un tratamiento de desintoxicación que ha llevado mucho tiempo y mucho sacrificio. Ganar dinero pidiendo puede hacer que alguien abandone una oportunidad de trabajo y, por tanto, arruinar oportunidades de integración social. Dar limosnas es crear mendigos”, ha concluido Arroyo.
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