Opinión

Busco novio para mi madre

Tiene que ser indispensablemente colorista, inteligente y amante de los perros, preferiblemente buena persona y bien educado. No importa de qué planeta venga ni en qué fantasía esté viviendo, con tal de que cumpla ciertos prerrequisitos (en gran parte inofensivos).

Aceptaremos solicitudes, tratados, poemas y sinfonías románticas a través de nuestra pagina web, www.agatharuizdelaprada.com, a partir de este domingo 29 de abril.

Os ofrezco a los lectores de La Razón la fantástica y exclusiva oportunidad de ser los primeros en lanzaros a los pies multicolores de mi madre, en esta nueva tanda eliminatoria de pretendientes ideales. Pronto será la soltera más cotizada del momento, al convertirse esta misma semana en embajadora de la nueva plataforma online para ligar para señoras de más de 50 años, www.OurTime.es. Y me gustaría complementar esta avalancha de solicitantes cibernéticos con las gentes de bien que puedan conocer ustedes, mis queridos lectores.

Encontrar al próximo rey de corazones probablemente acabe siendo una campaña extensa y exaltada, algo parecido a la búsqueda del santo grial. Su imaginada perfección resulta difícil de ajustar a la realidad. Admito ser exigente, incluso más que mi adorada madre, si fuese posible creérselo. Toda una serie de preocupaciones filiales y fantasiosas expectativas del hombre ideal deben de ser satisfechas según mis traicioneros criterios, encarnadas y resueltas en una mera persona. Hasta los alquimistas más eruditos tendrían una colosal tarea, si se decidieran en destilar al novio perfecto para mi madre, musa de los astros.

Se harán concesiones de todo tipo – por supuesto e inevitablemente – a la imperfección del individuo-pretendiente. Está claro que algo de espacio de maniobra habrá que dejarse al maquinar con fantasías. El futuro novio de Agatha Ruiz de la Prada aún no tiene forma ni definición mortal, aún existe meramente en el maravilloso mundo de los sueños. Espero que al materializarse no pierda nada de su esplendor y embrujo. Espero que siga siendo un soñador.

Infantilismos aparte, lo único que verdaderamente requiero de este eventual elegido es que aporte algo de interés a nuestra colorida vida familiar, ya de por si iluminada por cierta fogosidad anecdótica. El ser capaz de vivir la vida a todo color, principalmente entre colores fosforitos, será otro importante prerrequisito para aquellos interesados, pensando en la salud mental de todos los involucrados. Somos una familia multicolor en todos sus sentidos y ocurrencias. Nuestra vibrante gama de colores telequinéticos tendrá que ser negociada e implantada indispensablemente en el pensamiento de cualquier candidato decidido al triunfo.

El futuro novio de Agatha Ruiz de la Prada necesitará saber sobrellevar sus espléndidas y particulares glorias. Deberá estar dispuesto a llevar chales de todos los colores y estatuillas, placas y esculturas de todas las dimensiones. Sin irnos más lejos del ejemplo de esta semana – en la que Agatha ha recibido dos premios y ha llevado a cabo variopintos proyectos empresariales – aquí hubiese venido de maravilla un digno «chevalier servant», un caballero cortés color arcoíris.

Subida al escenario del Teatro Real, galardonada por la Asociación de las Revistas de Información, Agatha no podía estar más radiante. Si tuviera una razón concreta y humanoide para justificarlo sería fantástico. Agathistas del mundo entero se alzarían en jubilo. Hasta las juventudes y los rompedores de la revista Influencers se enloquecerían con aquel señor imaginario capaz de proporcionarle a Agatha sus sonrisas. Eso sí, me imagino que tendría que ayudarles con la «re-Movida» que tienen planeada lanzar desde su nueva sucursal iconoclasta, la revista If – (cuyo nombre es un guiño al poema If de Rudyard Kipling, imposiblemente más apropiado para el mensaje principal de esta utópica llamada/busca del hombre agathista ideal)...

En resumidas cuentas, el pretendiente ideal de Agatha Ruiz de la Prada tendrá que ser un fenómeno. No se dejará eclipsar, ni deslumbrar por colores fosforitos. Será valiente y honrado. Erudito y campestre. Fantasioso y feliz. Vivirá en un mundo multicolor, y por lo tanto nos enteremos perfectamente. Tendrá un amor infinito por los perros, y una devoción inquebrantable hacia mi madre. Le encantará obtener el cariño de sus hijos a través de generosos regalos. Y – poniéndonos en un mundo ideal – será ingeniero industrial especializado en aerogeneradores como hobby en su tiempo libre, (el agathizar molinos de viento es una recurrente fantasía agathista que aún está por cumplirse).

Esencialmente será un hombre digno de la palabra. Un hombre digno de mi madre. Un hombre arcoíris.