Opinión

Militares en la balanza

En estos días críticos para los venezolanos al sátrapa Maduro solo se le ha notado la elevación del tono vocal, por encima del de Hugo Chávez, como si dar gritos roncos fuera esencial instrumento revolucionario. Maduro carece en política de habilidades tácticas o estratégicas que sí corresponden a Diosdado Cabello, que presidió la Asamblea Nacional y ahora es presidente de la Asamblea Constituyente, que dobla al Parlamento elegido que preside el joven Juan Guaidó.

El trabajo, no iniciado, de la Constituyente consiste en pergeñar una pseudoconstitución a la cubana, de ahí la necesidad de proceder ya para salvaguardar la democracia antes de que fragüe la serpiente encantada del socialismo del siglo XXI. Cabello es un militar profesional que no pasó de teniente, expulsado del Ejército por su implicación en el sangriento golpe de Estado de Hugo Chávez. Es misterio insondable por qué el autobusero Maduro fue designado sucesor por un terminal Chávez, cuando el hombre fuerte era (y sigue siendo) Diosdado. Restauradas las libertades civiles se sabrá quién dio realmente el dedazo.

En el puente de Tienditas, entre Colombia y Venezuela, se incendió ayer la tensión después de acumularse en la aledaña localidad colombiana de Cúcuta, toneladas de alimentos y medicinas, pero el paso, cortado por camiones gubernamentales venezolanos, nunca se inauguró ni se abrió por el mal entendimiento entre Bogotá y Caracas. El enfrentamiento sonoro de charangas y cantantes en cada ribera, un poco superficial dada la hambruna y desasistencia de millones de venezolanos despierta el temor de que un día se crucen tiros entre ambos ejércitos. Desertaron y se exiliaron o fueron presos o abatidos, escasos militares, jueces, fiscales, embajadores y alcaldes, y los recientes uniformados pasados a la clandestinidad son escasos. Pero después de lo visto ayer, el fiel de la balanza sigue estando en las Fuerzas Armadas.

La cúpula militar ha sido corrompida y es un general quien administra el petróleo de Maracaibo estando otros en el comisionado del narcotráfico. La amnistía ofertada por Guaidó será injusta pero necesaria para desactivar un alto mando que no desea ser entregado a los leones. La oficialidad media, de coroneles para abajo, siempre es la que abre los cuarteles y ya quedó demostrado en la asonada chavista.

Y esos cuadros también son un misterio. Cabello, un fundamentalista que ha dado más chillidos en el puente que Maduro, no podía dejar entrar la ayuda humanitaria so pena de admitir que Venezuela se ha sumido en el caos económico gracias al dudoso pensamiento de los salvapatrias.