Opinión
La manta del indio
En lugares sudamericanos es seguida la tira periodística del indio Paturuzú cuyas peripecias andinas mueven más a la estupefacción del hombre común que a su secular torpeza. Paturuzú durmiendo al raso sintió frío en los pies por ser su manta corta, y cortó con su cuchillo la frazada por arriba colocando el lienzo en sus extremidades y acabando la noche con las patas calientes y la cabeza helada. El cómic no enoja a los indigenistas porque a la postre es compendio de la ingenuidad humana. No estamos en los inevitables prolegómenos de unas elecciones generales ya que llevamos inmersos en campaña desde la moción de censura, pero en estos días que corroboran el cambio climático ha subido también la temperatura de la política ambiental hasta el bochorno. Sin embargo, cuando los hombres y mujeres del tiempo nos explican que mañana puede nevar o hacer solana, hacen falta cadenas para transitar las carreteras de los telediarios de la uno en los decretos ley del Gobierno que anuncian bonanzas de leche y miel si votamos lo que supone Pedro Sánchez dispuesto a doblar, cuando menos, sus escurridos 84 escaños. En un país de burocracia tan excesiva como lenta, multiplicada por derroches autonomistas de estaditos nuevos ricos, el trompetazo de la mayor oferta de empleo público de nuestra Historia remite a Paturuzú y sus ampliaciones recortadas. El empleo, de calidad o carenciado, lo crean los empresarios y cuando el Estado les sustituye como significativo empleador damos en que la economía hace aguas y frazada breve para todos. Por el contrario, del desempleo estructural que arrastramos por décadas y que necesita de la renovación del modelo productivo no habla ni el esforzado Pedro Duque. Esta campaña será banal por ser espesamente bicéfala y como en el mito filosófico del asno de Buridán, el burro habrá de morir hambreado intentando decidirse entre un montón de heno y otro de paja: Cataluña y la derechización de las derechas trifásicas como si las izquierdas tocaran un solo violín. Ya sabemos que los rumores no son noticia pero por su caracteriologia sería hasta interesante saber si es cierto ese chau-chau de que Sánchez se ha hecho la cara. Vamos de fachada blanqueada con los Presupuestos de Paturuzú.
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