Paciencia

Qué gran valor la paciencia y cuánto cuesta conseguir que no se agote a la primera de cambio.

Como siempre digo en mis conferencias, el secreto de la paciencia es que el dolor es pasajero, sin embargo la recompensa será para siempre. Por ello compensa tener paciencia. Pero en los largos procesos médicos, o en otras circunstancias en las que se precisa paciencia, pasamos por momentos en los que parece que no vamos a poder más. Pedimos, rogamos, deseamos... pero la vida, esa gran maestra, tiene sus propios tiempos.

El miércoles pasado me hubiera encantado compartir velada con hombres y mujeres a los que admiro profundamente, tanto premiados como entregadores, en los Premios de la Revista «Influencers». Además tener el enorme honor de ser una de las premiadas... estaba agradecidísima. Pero tuve que quedarme en Suecia donde una, supuestamente, sencilla operación de cambiar una parte del tornillo oseointegrado en mi fémur, se prolongó durante seis horas más. Y el resultado fue alarmante: descubrieron que no sólo una parte del tornillo estaba roto, sino que existía una gran fisura en la otra parte más grande. El problema fue que al tratar de cambiar ambas partes, vieron que estaban soldadas por un lado que se vieron incapaces de sacar. Al día siguiente lo volvieron a intentar, pero pese a toda la energía positiva y los buenos deseos y pensamientos que tanto por redes sociales como por teléfono recibía, no fue posible extraer todo el metal soldado.

Había elegido un precioso vestido para celebrar esa noche... y ahí se quedó... colgado en el armario del hospital... Tenía muchos más planes y compromisos para estos días... por eso ya voté por correo...

Ahora lo que quiero transmitiros, además de paciencia, es ilusión por este día histórico de elecciones y contagiar eso que tanto me ha ayudado en la vida y que cobra aún más sentido tras este nuevo duro revés de hospitales e incertidumbre, pero que, como muchos me escribís, superaremos con algo tan esencial como amor, optimismo y esperanza.