Opinión

Sánchez y el póker del mentiroso

Iván Redondo, estratega de Pedro Sánchez, es un forofo del ajedrez, algo a lo que casi todo el mundo apela para otear las intenciones del inquilino de la Moncloa. El líder del PSOE, sin embargo, disputa su propia partida del póker del mentiroso con Casado, Rivera e Iglesias, sin olvidar a independentistas y otros populistas como Revilla, que pide un AVE. «El póker del mentiroso», título de un libro de Michael Lewis, era una variante del juego de los chinos muy popular en Wall Street en los años 80. Lewis describe una partida, que terminó antes de empezar, entre John Gutfreund, presidente de Salomon Brothers, y su segundo, John Meriwether. El primero desafío al otro: «Una partida, un millón de dólares, sin lágrimas». Meriwether, que no podía rehusar el reto, subió el órdago. «Si vamos a jugar en serio, que sean diez millones de dólares». Gutfrend, cazado, pero que sí podía eludir el envite, respondió «estás loco». Meriwether ganó antes de jugar. Sánchez, que ha descubierto que puede ser respetado en Europa, persigue apoyos al norte de los Pirineos. El presidente no ha visto a los otros líderes en semanas, pero sí ha habido llamadas insólitas. Todos mienten en este póker del mentiroso político. La repetición de elecciones no interesa a nadie y Sánchez será presidente en cualquier caso. Gana quien aguante mejor el órdago, pero queda un mundo hasta la investidura. Sorpresas y mentiras cotizan al alza.