Opinión

Ministros/as en busca de Gobierno

Pedro Sánchez, que ha estado muy ocupado en los asuntos internacionales, dispone de dos semanas para sacar adelante su investidura. El primer paso ha sido citar a Pablo Iglesias, mientras los hermeneutas del líder morado dudan sobre si lo que pudiera ser un cambio de postura encierra alguna trampa. Apuntan que su sugerencia de que «si la investidura no sale adelante tras presentar un pacto de Gobierno, revisaremos nuestra posición», daría por hecho un acuerdo para que hubiera ministros de Podemos. En ese caso, aunque la investidura fracasara en primera instancia, habría visualizado un compromiso implícito de entrada en el Consejo de Ministros. Todo muy enrevesado, pero también posible y que, tras ser detectado por los sabuesos de La Moncloa, coloca a Iglesias en el brete de ceder a cambio de cada vez menos, si no quiere arriesgarse a un revolcón en las urnas.

La mayoría de ministros esperan que haya investidura en julio, pero tienen poca información y todavía menos sobre si conservarán su poltrona. Hay excepciones. Ábalos, seguirá, es obvio. También, y lo sabe, la titular de Hacienda, María Jesús Montero, volcada ya en una campaña de «pedagogía fiscal», un intento de lavado de cabeza para convencer a los españoles de las bondades de subir –mucho– algunos impuestos, los más populares para la mayoría y los más gravosos para empresas y teóricos «ricos». Es lo mismo que reclama Iglesias, «justicia fiscal», otro indicio de que si renuncia a ministros morados la investidura está hecha. Montero pergeña dos medidas estrella: subida de impuestos para empresas y para lo que llama «la riqueza». Apunta que España apenas recauda un 0,32% sobre el PIB por ese concepto. La cifra es discutible, pero además calla que la fiscalidad sobre la riqueza en España –los tipos que se aplican– es de las más altas de los países de la OCDE, según la misma organización. Cita a los millonarios americanos, que reclaman más impuestos. Tampoco dice, sin embargo, que la aspirante demócrata-radical a la presidencia, Elisabeth Warren, propone un impuesto sobre el patrimonio de un 1% a partir de 50 millones de dólares y del 2% desde 1.000 millones. En España, salvo en Madrid, a partir de 800.000 euros ya se paga más del 1%. Sobran comentarios. Montero, en cualquier caso, tiene su puesto asegurado y también, si quiere, Nadia Calviño, siempre necesaria ante Bruselas. Casi todos/as los demás, como personajes de Pirandello, están en busca de Gobierno y con nervios, muchos nervios.