Opinión

¡A lo mejor no vienen a votarnos!

Pedro Sánchez veta a Pablo Iglesias, ¿también a Irene Montero?, mientras, en segundo plano, Felipe González y José María Aznar, exhiben buena sintonía y reivindican la centralidad. El líder de Podemos, quizá en los minutos de la basura antes del debate de investidura, sigue sin descartar nada. Al mismo tiempo, los cuarteles generales de todos los partidos engrasan sus aparatos electorales, por si acaso.

La entrevista de Ferreras en La Sexta al presidente, en la que también explicó que Iglesias es el «escollo» para un acuerdo, ha sido interpretada por algunos como el primer acto de una nueva campaña electoral. Unidas Podemos, ahora, tiene margen hasta minutos antes de la votación. ERC y JxCat, las huestes de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont también dudan. Ambos grupos «indepes» se miran de reojo.

Ninguno quiere parecer más blando que otro ante su clientela, pero sus votos, al menos la abstención, son necesarios para investir a Sánchez. La gran preocupación de los grupos «indepes» se centra en evitar errores que les perjudiquen en las futuras elecciones catalanas y temen los efectos de lo que voten en el Congreso de los Diputados. Rivera, ya recuperado reaparecerá también en el debate de investidura, con parte de su partido en desbandada. Francisco de la Torre, inspector de Hacienda, la voz fiscal de C’s, volverá a la Administración. La llegada de Marcos de Quinto, ejecutivo de éxito pero no experto económico, le ha dejado en segundo plano.

Además duda del futuro electoral de los naranjas. Otra cita con las urnas está cada vez más cerca, pero es un riesgo que asusta, porque. «¡a lo mejor no vienen a votarnos!», comenta un jerifalte del PP. Por eso, y el paso atrás de Iglesias lo avala, hasta el jueves todo es posible.