Opinión

Plataforma per la llengua

En Catalunya existen cientos de asociaciones «culturales» que se camuflan como una «ONG», y que son dirigidas por activistas políticos que expanden el mensaje secesionista a través de supuestas organizaciones que formalmente no son parte del gobierno de la Generalitat, pero obtienen generosa financiación del Gobierno catalán. Una de estas asociaciones es la llamada «Plataforma per la Llengua», cuya función básica es «promover la lengua catalana como herramienta de cohesión social». Es heredera la «Crida a la solidaritat en Defensa de la Llengua, la Cultura i la Nació catalana», conocida como «La Crida», un movimiento separatista que surgió como reacción al Manifiesto de los 2.300. Sus máximos dirigentes fueron Àngel Colom (presidente de ERC) y posteriormente Jordi Sánchez (hoy en la cárcel). Esta entidad «cultural» organizó mítines con Herri Batasuna. Tras la masacre de ETA en Hipercor, «La Crida» de Sánchez emitió un comunicado que, según La Vanguardia de 21 de junio, «coincide básicamente con el de Herri Batasuna». Asqueroso hasta decir basta.

Los objetivos de «Plataforma per la Llengua» no son otros que conseguir que el catalán sea la lengua común, garantizar su uso en todos los ámbitos o defender los derechos lingüísticos y culturales de las personas que hablan catalán, entre otros. Para conseguirlo, la Generalitat donó en generosas subvenciones a esta entidad un total de 4.224.550 entre 2012 y 2018. También ha recibido importantes aportaciones de la Conselleria de Educación y Cultura de la Generalitat valenciana que dirige el supremacista de Vicent Marzà, que concedió entre diciembre de 2016 y octubre de 2018 más de 136.000 euros.

Esta ONG del catalán es ahora acusada de colocar espías en los colegios catalanes para escuchar la lengua de comunicación de los alumnos y profesores. El resultado es un informe que apunta que sólo el 15% de las conversaciones en los patios son en catalán.

Niños, espías, ETA, dinero público. Resumen perfecto de la España del siglo XXI.