Opinión

El tour de la Gran Coalición

El Tour de Francia, que tanto le gusta a Mariano Rajoy, es una carrera de resistencia, pero también de audacia épica, que a veces, como este año, debe lidiar con los elementos, lo que engrandece la gesta de ese joven colombiano, Egan Bernal, a punto de pasar a la historia. Mientras los ciclistas llegan a París, en la España de las investiduras fallidas, avanzan con cautela iniciativas para preparar el que sería el Tour de la Gran Coalición, otra prueba de resistencia y tenacidad, pero también de arrojo.

Pedro Sánchez descarta la fórmula de una coalición con Unidas Podemos, algo que nunca deseó, por otra parte. Izquierda Unida defiende la vía portuguesa, consistente en apoyar un Gobierno del PSOE con un acuerdo programático, pero sin estar en el Ejecutivo. El problema es que ese pacto tampoco tendría mayoría suficiente y debería negociar, día a día, todas y cada una de las medidas que intentara aprobar y los precios que pondrían nacionalistas e «indepes» podrían ser inasumibles. La sentencia del 1-O llegará en otoño y, como avanzó el nuevo Rufián –¿cuál es el auténtico?– el día después es imprevisible. Qim Torra está dispuesto a encabezar una revuelta y eso colocará a ERC en una posición muy complicada.

Sánchez ha vuelto la vista hacia Ciudadanos y PP, aunque solo sea para cosechar su «no» y utilizarlo en una posible campaña electoral. Rivera cerró desde el principio cualquier pacto con el PSOE, en una negación casi infantil del resultado electoral, que sí dejó claro que socialistas y ciudadanos sumaban, para refugiarse en su versión «bufa» del «no es no». Casado ha ofrecido garantías de estabilidad para los asuntos de Estado, pero ahora no puede ir más allá y la abstención que reclama Sánchez tampoco serviría sin el voto favorable –impensable ahora– o de la abstención de Iglesias. Por eso, empieza a gestarse una incipiente idea de largo alcance si llega la repetición de elecciones el 10 de noviembre que, por otra parte, ante el bloqueo actual no parece la peor solución. La nueva cita con las urnas quizá tampoco daría mayorías evidentes, aunque sí podría aclarar el panorama. En ese escenario, es menos descartable que Sánchez y Casado –y si quisiera Rivera– pudieran explorar algún acuerdo viable. Es muy pronto, pero podría ser el inicio del Tour de la Gran Coalición, un desafío también épico en política, pero posible.