Opinión

El Rey y el zoco de Sánchez

Don Felipe lo tiene claro: «Lo mejor es encontrar una solución antes de ir a elecciones». Lo mismo parecen pensar la mayoría de las encuestas, aunque las muestras son tan mínimas que multiplican el margen de error. El Rey ha comentado lo que es lógico y lo que en teoría prefiere la mayoría de la población, no significa que vaya a ocurrir, aunque es llamativo que Unidas Podemos y ERC, con Rufián a la cabeza, sean los máximos detractores de una vuelta a las urnas. Iglesias, feliz padre otra vez, recurre a las consultas a sus bases cada dos por tres, sobre todo cuando le conviene. Los indepes de Junqueras se desgañitan para que los catalanes expresen su voluntad, eso sí, para romper con España, claro.

Ahora, ¡sorpresa!, unos y otros, ante la hipótesis de que sea imposible formar Gobierno no quieren saber nada de preguntar a los ciudadanos y, lo que es más insólito, ni tan siquiera republicanos abiertamente contrarios a la Monarquía se han rasgado las vestiduras por la reflexión real. Algún día lo harán. Ahora, lo evidente es que temen como a un nublado veraniego la repetición electoral y lo único que lo explica es que, sobre todo Iglesias y los suyos, barruntan un batacazo en las urnas.

Pedro Sánchez, mientras tanto, al mismo tiempo que ha abierto su particular zoco político –ayer regateó con Compromís y el PNV está a la espera– llena agosto de actividad para justificar que no está de vacaciones. Predica el Gobierno a la portuguesa, que no es tan sencillo como parece, pero si logra hacer calar en la sociedad que no hay acuerdo por culpa de Podemos, habrá elecciones anticipadas en noviembre, aunque no sea la opción favorita de don Felipe. Si el pánico en Unidas Podemos llega al extremo y votan la investidura de Sánchez y hacen lo mismo indepes, nacionalistas, Bildu y Revilla, claro, se habrá salvado una bola de set. Sin embargo, un Gobierno con apoyos tan variopintos está condenado a ser breve.

Sánchez no tendría más remedio que adelantar las elecciones quizá dentro de un año y, mientras tanto, gobernar como pueda porque es muy difícil que, por ejemplo, saque adelante unos Presupuestos viables, sin olvidar las consecuencias de la sentencia del 1-O. Además, el inquilino de La Moncloa por muy bien que se le dé el zoco político veraniego sabe que nadie le garantizará estabilidad. El Rey recibe hoy a Sánchez en Mallorca y es probable que también hablen del batacazo de Wall Street, que anuncia otra crisis, otra incógnita en la ecuación política por resolver.