Opinión

Nessi, el lago Ness y Sánchez

Pedro Sánchez se ha convertido, por decisión propia y de sus asesores, en la auténtica «serpiente de verano» de agosto. La expresión «serpiente de verano» alude a noticias, a menudo irrelevantes pero también sorprendentes, con las que los medios de comunicación trataban de captar la atención de su público en épocas de pocos acontecimientos. El origen parece estar en Nessi, el famoso monstruo del Lago Ness en Escocia, con forma de gran serpiente, cuyas supuestas apariciones cumplían una doble función. Captaban la atención y también servían de reclamo turístico de la zona. El líder del PSOE, que tiene que ocupar con actividad el mes de agosto, para evitar que le critiquen estar vacaciones y no intentar formar Gobierno, es la serpiente de este verano, con sus reuniones con organizaciones de la sociedad civil, sus viajes para reunirse con posibles aliados de Gobierno y con su distanciamiento de Podemos. Apenas se salva el tradicional despacho de agosto con el Rey en Mallorca, en el que tampoco ha habido –ni se esperaban– novedades.

El inquilino de La Moncloa ha vuelto a repetir lo que ya se ha vuelto una especie de mantra agosteño formulado de muy distintas maneras: «Los españoles no merecen ir a elecciones», dijo otra vez el miércoles, aunque todo indica que está dedicado a prepararlas, sobre todo porque, como recordó, «la desconfianza –con Unidas Podemos– es recíproca» y eso sí que no es una serpiente de verano, a la espera del 23 de septiembre. La política española, en ausencia de mayorías claras, vive atrapada desde hace cuatro años en una especie de trampa constitucional casi irresoluble. La Carta Magna prevé tiempos larguísimos tras las elecciones para la constitución de las cámaras, para los contactos/consultas/negociaciones encaminadas a formar Gobierno y, en su caso, para la repetición electoral. El bloqueo actual responde al complejo resultado de las urnas, pero sobre todo a las previsiones constitucionales, eficaces en tiempos del bipartidismo imperfecto, pero convertidas en trampa en la situación actual. El acuerdo para la investidura de Sánchez todavía es posible, aunque cada vez menos probable, pero en cualquier caso no llegará nunca hasta el 23 de septiembre, que es la fecha límite para la convocatoria automática de otras elecciones, o unos días antes. Nadie moverá sus verdaderas fichas hasta entonces y unos y otros, con el líder del PSOE a la cabeza, llenarán el tiempo con la difusión de sus propias serpientes de verano. La trampa constitucional, Nessi, el lago Ness y Sánchez. Serpientes de verano.