Opinión

El objetivo 150 de Pedro Sánchez

Broadway es la visita obligada de todo turista en Nueva York y es allí también donde está, aunque no sea una de las atracciones más populares el llamado Reloj Nacional de la Deuda, que indica, en tiempo real, el montante de la deuda pública americana y que, ayer a media tarde, ascendía a 22,5 billones de dólares. En internet se puede encontrar el equivalente para la deuda pública española –2,1 billones de euros– y quizá sería una buena idea colocar en la Puerta del Sol, en la Plaza de Cataluña y en otros lugares céntricos de las ciudades españolas un reloj que indicará el tiempo que falta hasta el 23 de septiembre, cuando se decidirá si hay una nueva cita con las urnas el 10 de noviembre.

Pedro Sánchez y sus asesores no tienen ninguna duda. Habrá repetición electoral y la única incertidumbre es si será en par de meses o dentro de un año, más o menos. Decidirán, como tantas veces, los gurús electorales y el olfato de ese superviviente que es el inquilino de La Moncloa, al que el ex corresponsal del «Financial Times» en España, Tobías Buck, define, por su «multilingüismo y telegenia», como el Pierre Trudeau europeo, en comparación con el primer ministro canadiense, protagonista, por cierto, de una sugerente, polémica y viral imagen con Melania Trump, en la que el efecto óptico permite que la imaginación vuele. Buck acaba de publicar un libro interesante : «Después de la caída: crisis, recuperación y construcción de la nueva España». Es una visión anglogermana del escenario español tras la crisis, con críticas y elogios y la conclusión de que lo peor ha pasado, a pesar del actual periodo de ingobernabilidad. Buck parece más partidario de Sánchez que de Rajoy, de quien escribe que «sólo fue radical en su moderación» y pone de ejemplo cómo «avanzar sin moverse». El periodista británico, ahora en Berlín, no contemplará el final del culebrón «elecciones sí, elecciones no», aunque bien relacionado con La Moncloa, quizá él también haya detectado que el objetivo del líder del PSOE y de su equipo es conseguir 150 diputados en las próximas elecciones, en noviembre o dentro de un año. Calculan que, en ese escenario, Podemos tendría 20 escaños y que, entonces, ni podría poner muchas condiciones, ni impedir un Gobierno de izquierdas que, para alcanzar la mayoría contaría con el PNV, Revilla y otros, sin descartar que, entonces sí, Rivera cambiara de opinión o que el PP dejara hacer. Mientras, Podemos hace guiños a favor y en contra de un Gobierno del PSOE, algo que a Sánchez le suena a trampa.