Opinión
Lógica difusa de Sánchez y Tezanos
Pedro Sánchez y también Iván Redondo, con una trayectoria espectacular de olfato electoral, confían en el presidente de CIS, José Félix Tezanos. Denostado por muchos y defendido por Pedro Arriola, protoasesor de Rajoy, fue quien más acertó en los pronósticos de las elecciones de abril. Redondo, que trabajó para el PP y ahí seguiría si Arriola no lo hubiera minusvalorado, aplica filtros a los datos de Tezanos que, además, aportan lo necesario para crear el clima necesario para que se cumpla la profecía. El efecto arrastre del vencedor es una realidad y cuantos más votantes piensen que va a ganar un partido, en este caso el PSOE, más fácil es que lo consiga y que obtenga apoyos adicionales.
Tezanos, tras las elecciones de abril, presumía de que el CIS había utilizado un modelo con casi un centenar de variables. Ahora, en el último informe, que augura un victoria espectacular del PSOE –por eso hay elecciones–, explica en la metolodología que han barajado «39 variables directas y 50 compuestas», validados con «métodos empíricos propios de la lógica difusa». La lógica difusa, desarrollada por Loft A.Zadeh, premio BBVA Fronteras del Conocimiento, se sustenta en «lo relativo de lo observado» y es una técnica que está presente en cámaras de video, trenes sin conductor, lavadoras o automóviles. El ejemplo clásico es discernir cuando un vaso está más o menos lleno de agua. Es obvio cuando está vacío y cuando está a rebosar, pero es difuso cuando está medio lleno o menos vacío. Peter Bernstein, en su «Extraordinaria historia del riesgo» añadía a la lógica difusa que «es un error tratar lo improbable como imposible».
Sánchez está en la Moncloa gracias a que apostó que lo improbable no era imposible y dejó por el camino a Susana Díaz y a Mariano Rajoy. También Iván Redondo, que no olvida que quien primero le contrató en el PP fue Gabriel Elorriaga, una de las cabezas mejor amuebladas del país, rescatado para el equipo de Casado y que aportará peso específico a las listas de los populares. La «lógica difusa», desde las matemáticas, intenta desbrozar los matices, lo que no es blanco ni negro. Ha avanzado mucho, pero es falible, como han demostrado los coches Tesla. Antes del verano, predecía 145/150 diputados para Sánchez. Ya no está tan claro. Si después del 10-N, el PSOE tampoco suma con Iglesias y/o Errejón, el que tendrá un problema será el líder del PSOE, como apuntan socialistas tan conspicuos como preocupados. Todo difuso, entre lo improbable y lo imposible, como el 10-N. Hay nervios.
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