Opinión

El Gran Capitán Sánchez

La leyenda afirma que Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, presentó unas cuentas disparatadas a Fernando el Católico cuando le pidió explicaciones por los gastos de la guerra de Nápoles. No hay constancia escrita de aquello. El Archivo General de Simancas conserva 943 hojas que detallan todo tipo de gastos, manuscritas y firmadas por el mismo Fernández de Córdoba al regreso de Nápoles, pero no hay nada parecido a esas cuentas. En teoría, concluían con «cien millones de ducados por mi paciencia en escuchar que el Rey pedía cuentas a quien le ha regalado un Reino». Como un ducado equivaldría a 500 euros actuales, aquellos cien millones serían ¡5.000! millones de euros, lo que pone más en solfa toda la historia, aunque no descarta una conversación –poco más– entre el monarca y el militar sobre las finanzas públicas de Nápoles.

Pedro Sánchez, en vísperas electorales, más allá del «truco» –así titula «The Economist»– del traslado de los restos del dictador, ha prometido a pensionistas, funcionarios y autónomos que tirará de talonario para satisfacer sus demandas. Al mismo tiempo, la ministra de Hacienda advierte de que iniciará una cruzada para intentar impedir que Madrid bonifique los impuestos de patrimonio y sucesiones y recaudar más. Lo llama «armonización fiscal», eufemismo de subida de impuestos a teóricos ricos y a quienes heredan. Ambos impuestos, patrimonio y sucesiones, no existen en casi ningún país y los tipos aplicados en España –en la mayoría de Comunidades, excepto en Madrid– son los más altos del mundo. No importa, la persecución fiscal del dinero puede arrojar réditos electorales. Tampoco importa que la recaudación por esos impuestos sea ínfima, mientras que el fisco ingresaría 23.000 millones solo con la supresión de las ventajas fiscales del IVA reducido, según un estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, que aunque quiere creerse las cuentas de Sánchez, advierte sobre el incremento de los gastos futuros en sanidad y pensiones. Nadie sabe de dónde saldrán, pero el Gobierno ha prometido un aumento del 0,9% a los pensionistas, del 2% a los funcionarios y que los autónomos mantengan el régimen de módulos. Las subidas de impuestos a los teóricos ricos que anuncia la ministra Montero, no dan para tanto. Son las cuentas del Gran Capitán Sánchez. Imposibles. Ningún Rey le pedirá explicaciones, pero sí los ciudadanos, aunque eso tampoco le importará si ha ganado las elecciones.