Opinión
Abascal se queda la merienda de Rivera
Mario Draghi, el hombre que salvó al euro, se ha despedido como presidente del Banco Central Europeo (BCE), con un muy churchilliano «¡Nunca te rindas!», como legado de sus ocho años de mandato. Pedro Sánchez, ahí está su «Manual de resistencia», lo escribiera quien lo escribiera, no deja de ser otro ejemplo de cómo no rendirse ni en las circunstancias más adversas. Por eso, el líder del PSOE, que convocó una repetición de elecciones para obtener una mayoría confortable, pone buena cara a los augurios confusos de las encuestas y confía en su tirón del último momento. José Félix Tezanos, controvertido presidente del CIS, insiste en que un 5% de electores no sabe a quién votará hasta el mismo día de las elecciones. Incluso algunos acuden al colegio electoral sin una decisión firme. Tsunami Democratic, en el que muchos ven la mano de Puigdemont y a quien se atribuye el impulso de los sucesos «borroka» de Barcelona, ha convocado protestas en toda España la jornada de reflexión con el objetivo de «contaminar el 10-N». Si las protestas derivan en incidentes, retransmitidos en directo como los posteriores a la sentencia del «procés», se dejarán notar en las urnas. Hay un remoto precedente, no igual, pero que podría relacionarse. El «pásalo» de la jornada de reflexión de las elecciones de 2004, tras los atentados de Atocha. Entonces, el PP salía de favorito, pero iba a la baja. El PSOE de Zapatero era el perdedor anunciado, pero ganó. La historia no suele repetirse, pero como también sugería Churchill «la historia atesora todos los secretos de la gobernación».
Hay encuestas y encuestas. También lo dice Tezanos, que está a punto de alumbrar la última de CIS, que marcará alguna tendencia. Hay encuestas urgentes, las que se publican casi todos los días, y otras –realizadas con más medios y miles de entrevistas– encargadas para consumo interno por empresas del Ibex, en donde antes se veía con simpatía a Rivera y ahora ni está ni se le espera. La semana pasada, uno de esos sondeos, constataba el descenso del PSOE, la subida del PP y otorgaba medio centenar de escaños a Vox. Muchas alarmas se encendieron, pero en la Moncloa sonrieron y cargaron las tintas en el traslado de los restos del dictador. Si el PP y Arriola dieron alas a Podemos, el PSOE, Sánchez y Redondo han encontrado a Vox. El problema, como ocurrió con Podemos, es que cuando se saca al genio de la lámpara, es casi imposible volverlo a meter dentro. El otro hallazgo de las encuestas que maneja el Ibex es que la mayoría de nuevos votantes de Vox son desencantados de Ciudadanos. Y, si es verdad lo que dice Tezanos y muchos electores no se deciden hasta el último momento, casi todo es posible y, por supuesto, que Abascal le quite la merienda a Rivera. «¡Nunca te rindas!», ha sido el lema de Draghi. Todavía lo es de Sánchez.
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