Razas Peligrosas

Igual que en los humanos, en los perros no existen razas peligrosas, sino perros peligrosos. Y puede ser un dálmata o un pitbull. Perros con patronos ignorantes y no capacitados para educarlos; patronos llenos de prejuicios y agresividad que creen que un can es algo que les pertenece, con el que han de ejercer un dominio a base de fuerza, y que les han comprado para que les sirvan. Estos dueños, porque estos sí que se consideran dueños de sus cánidos, suelen elegir razas imponentes de esas que dan miedo al prójimo y que solo con llevarlos aumentan su precaria autoestima. Al pobre perro le enseñan desde cachorro a costa de gritos y palos. Le castigan de mala manera y le alientan al ataque. Algunos con esta educación se convierten en animales heridos y violentos que pueden llegar a morder e, incluso matar a cualquiera. No es la raza, es la instrucción, la mano del hombre. Otros, compran perros como si fueran juguetes y después les dejan solos durante horas, les encierran en las terrazas para que no manchen, les dan de comer a cualquier hora o les acaban abandonando en cualquier lugar. El número de abandono de mascotas es escalofriante. Impensable en una raza llamada humana. Por esto, hay que conseguir ya que exista una valoración psico-social para aquellos que quieran tener un perro. Cuando quieres adoptar un niño tienes que pasar por exámenes de todo tipo para que te concedan el certificado de idoneidad. Desgraciadamente no se hace con los padres biológicos. Hay que hacerlo con los que buscan una mascota. Hay que examinarlos y ver si están capacitados para adoptar. Y siempre adoptar. Que la vida no se compra.