Opinión

«Quijotas»

Don Quijote: «Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro, si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien está ya cerca…». Y yo que soy más «quijota» que «sancha», confío y sigo confiando en que podemos cambiar las cosas. Y no solo porque dure mucho el mal y ya nos toque el bien por un rato, sino porque tenemos unas manos y unos pensamientos y una voz. Y con eso podemos transformarnos. Porque el pensamiento es un arma peligrosa si se utiliza como credo, si es rígido y no nos permite escuchar y reflexionar sobre el pensamiento de los otros. Pero también puede ser flexible y autocrítico, lo que nos llevará a hermosas evoluciones. Como las manos cuando crean, porque ninguna persona es más que otra si no hace más que otra, y lo hace desde el amor y la concordia. El bla, bla, bla de tantos no sirve para nada. Sirven el tajo, el compromiso, el ser en acción. Sirve esa voz que habla desde la experiencia y la coherencia de los hechos. Esa voz que no hiere, ni grita. y que se parece a la mejor conciencia. Así que sigamos siendo quijotes que no se dejan amedrentar por ningún destino. Recojamos el papel del suelo, abramos la puerta, sonriamos al prójimo. Que nuestro pensamiento nos haga entender que el otro, el diferente, somos nosotros mismos. Y que, desde ahí, desde esa piel universal, cooperemos.