Opinión

Lord Keynes, Podemos y ERC

Las «consecuencias económicas» de un Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos, con el apoyo directo o indirecto de ERC, no están escritas, pero son inciertas y, de momento, despiertan más que recelos entre los expertos, sobre todo con los nubarrones económicos que se ciernen sobre el horizonte. Los líderes de ERC, con Junqueras y Rufián a a cabeza, defienden una política económica hasta cierto punto similar a la que proponen Iglesias y los suyos. «Al fin y al cabo, ser de izquierdas y radical es una manera de ser independentista», ha llegado a comentar alguno de los dirigentes de ERC. Persiguen la independencia, aunque los más cabales saben que no la conseguirán, pero además quieren políticas de izquierdas lo más radicales posibles. Su paso por el famoso Gobierno catalán del «tripartito» fue un fiasco y tambíen el origen del principio del declive económico catalán, acelerado luego tras los acontecimientos de octubre de 2017. ERC –Junqueras y Marta Rovira– impideron que Puigdemont convocara unas elecciones que, sin duda, hubieran evitado muchos problemas aunque hubieran generado otros. Ahora, la historia puede repetirse en España, tanto si facilitan la investidura de Sánchez –lo más probable– y una política económica radical, como si la impiden.

John M. Keynes, para berrinche de los más liberales, fue el economista más influyente del siglo XX y, tras la Gran Recesión y los manguerazos monetarios de los bancos centrales, quizá todavía lo sea. El mismo lo advirtió al final de su celebérrima «Teoría General», más citada que leida y, por supuesto, entendida: «Los hombres prácticos, que se creen exentos por completo de cualquier influencia intelectual, son generalmente esclavos de algún economista difunto». Mucho antes, en 1919, al acabar la I Guerra Mundial, Keynes había escrito «Las consecuencias económicas de la paz», una crítica demoledora a las condiciones que los vencedores impusieron a la derrotada Alemania, imposibles de cumplir y que para tantos están en el origen del ascenso de Hitler y de la II Guerra Mundial. El titulo y el texto tuvieron tanto éxito de publico, aunque los políticos lo ignoraron, que Keynes repitió la fórmula con, por ejemplo, «Las consecuencias económicas de Mr.Churchill», cuando reintrodujo el patrón oro en el Reino Unido a mediados de los años 20 del siglo XX. Casi un siglo después, es muy probable que lord Keynes advirtiera de «Las consecuencias económicas de los señores Iglesias y Junqueras» y advirtiera de sus peligros. También es probable que nadie le hiciera caso, y por eso conviene recordar el principio de «Las consecuencias económicas de la paz»: «La facultad de adaptación es característica de la Humanidad». Habrá mucho a lo que adaptarse si tanto depende de Iglesias y Junqueras, además de Sánchez el voluble, claro.