Regeneracionismo y Cataluña

El regeneracionismo fue el proyecto más sincero y completo de mejorar España en el terreno político, social y económico, y cuya misión se centró en proyectar a nuestra nación entre los países más avanzados de Europa, planteando reformas en materia de educación, agricultura, distribución de la riqueza y en la política interior, pero fracasó ante un pensamiento excesivamente conservador y conformista. El catalanismo político instó al «regeneracionismo español» a ser el aliado de un proyecto de cambio y factor de progreso.

Siempre se ha considerado que el catalanismo nació con voluntad secesionista. Sin embargo, la afirmación es una falacia, puesto que la voluntad de los políticos que surgieron de la «Renaixença» tuvo una voluntad de impulsar la nación española en el camino de su recuperación, especialmente, tras la crisis del 98. Cambó resumía la catalanidad en 1935: «El catalanismo y el separatismo no sólo no son cosas semejantes ni concordantes, sino que son dos cosas absolutamente contrarias». Como afirmó García de Cortázar, «no estamos, como lo pretende la mitología separatista, ante una afirmación de Cataluña frente a España, sino ante la defensa de la diversidad de una nación construida en un largo proceso de incorporación y objetivos históricos compartidos». Feliu i Codina lo expresó claro: «Espanyolistes som tots en aquesta regió, no per tots ben entesa, però el nostre espanyolisme no ens impedeix que siguem catalans fins el moll de l’os»; Prat de la Riba indicaba que el catalanismo «nunca ha sido separatista» y el historiador Vicens Vives, afirmaba que «el catalanismo fue reconocido por sus redactores como indisoluble e inviolable de españolismo, España sería la nación y Catalunya la Patria».

El catalanismo se implicó, como ningún otro movimiento, en los esfuerzos de regenerar España frente al caciquismo y el perverso régimen de partidos dinásticos, ejemplo sería el amplio apoyo de las clases dirigentes y económicas catalanas al proyecto reformista de Polavieja. La «Espanya gran» que reclamaban Cambó y Prat, mediante el orden, autonomía y unidad, impulsando el desarrollo económico y proponiendo proyectos culturales como el modernismo y el noucentisme.

El Catalanismo fue un proyecto político de regeneración de España y no exclusivamente para Cataluña, sino de transformación real de la nación, para construir un estado moderno, de base industrial y donde todas las culturas hispánicas pudieran sentirse partícipes e integrantes del ideal común en la creación de un relato español.

El fracaso de la Lliga, el desbordamiento anarquista, los miedos de los centristas republicanos, el fascismo desbocado y la traición de ERC, nos llevaron a una terrible guerra civil.

Fomentar un catalanismo centrado, hispánico, respetuoso con el marco legal, acorde y leal con la idea de regenerar España, abandonando falsas rutas que nos han llevado al odio y a la destrucción. Regenerar Catalunya, para regenerar España.