Opinión

Cómo esconder elefantes y deuda

Los «indepes» catalanes están eufóricos tras la sentencia del Tribunal Europeo. No anula el juicio del «procés», pero no importa. El nazi Goebbels demostró como una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Los líderes separatistas ya aplican con descaro la misma táctica y sus seguidores aceptan con naturalidad una falsedad como algo cierto. Junqueras, condenado en firme y nadie cambiará eso, cavila como investir a Sánchez, cada día más nervioso, y Puigdemont y Torra barajan un golpe de efecto. Si ahora adelantaran las elecciones catalanas, ERC tendría todavía más difícil apoyar, por acción u omisión, al inquilino de la Moncloa. «Si algo puede salir mal, saldrá mal», afirma la ley de Murphy.

Los árboles del enredo catalán ocultan muchos bosques. Por sobre la confusión nadie habla de los planes del futuro Gobierno. María Jesús Montero, ministra de Hacienda en funciones, negocia con Pablo Echenique, alejados ambos de la atención y sin que se conozcan sus planes ni sus primeros acuerdos. Los «indepes» intentan debilitar y poner en un brete a España como Estado y como sociedad. El asunto es capital, pero no lo es menos qué pretenda hacer Sánchez en el terreno económico cuando, por fin, consiga la investidura.

«La mejor manera de esconder un elefante es colocarlo en medio de una manada», afirma la sabiduría popular, igual que una mentira pasa mejor inadvertida rodeada de verdades. España, en 2020, necesitará pedir prestados nada menos que 200.000 millones de euros para hacer frente a todos sus compromisos, incluido el pago de las pensiones, los salarios de los funcionarios, la educación o la sanidad. Lo conseguirá, sin grandes problemas, porque España, al formar parte de la Unión Monetaria y del euro, disfruta de tipos de interés mínimos y, además, el Banco Central Europeo compra la deuda española un día sí y otro también. Hasta ahora no ha trascendido cómo Montero y Echenique abordan el tema. Tampoco figura, que se sepa, en las conversaciones entre el PSOE y ERC, aunque también afecta a los «indepes», como el déficit, las pensiones y otros asuntos económicos pendientes, como acaba de recordar el Banco de España. El asunto catalán es complicado, pero la deuda es el gran problema ahora olvidado, porque la mejor manera de ocultar 200.000 millones de deuda es enconderlos en una montaña de 1,2 billones de deuda, que es la que tiene España. Pasará factura y no tarde. Cómo esconder elefantes y deuda.