Opinión

Deseos egoístas

Esta vez voy a pedir para mí al año entrante. Es por encontrar deseos nuevos. Deseo, lo opuesto a la muerte. Así, sin pensarlo, sé que quiero salud; lo que pedimos todos a partir de darnos cuenta de su fragilidad. Y teniendo salud lo que más deseo son ilusiones.
Despertar y sentir que tengo cosas por las que saltar de la cama. Pido seguir ilusionándome con dar a mi hijo y a mi perra lo que necesitan temprano. Pido que mi hijo cada vez me necesite menos. Y que mi perra envejezca a mi lado muy lentamente. Ruego que mi familia extensa siga ahí, con sus sombras pero intacta. Y que mis amigos duerman en mi corazón cada noche y coman en mi casa muchos días. Celebrando tenernos.
Pido tener ganas de escribir obras nuevas, dejándome llevar por lo que soy ahora: menos controladora y exigente; menos fuerte.
Deseo que gusten mucho a los otros. Pido también que me siga haciendo ilusión que monten mis anteriores obras por aquí cerca y por ahí lejos. Me gustaría tener ánimo para viajar a verlas y así conocer más gente cómplice en el arte. Me alegraría que me diesen algún premio de los que ya no te presentas, de esos que te permiten dejar de hacer cuentas por un tiempecito. Me encantaría tener un éxito de taquilla, solo para ver lo que se siente. Deseo seguir escribiendo estos artículos que me ordenan la mente.
Y, sin duda, deseo con el alma, querer seguir cerca de los seres heridos a los que ofrezco lo que sé: teatro con corazón.
Veo que no he pedido nada nuevo. Salud, ilusión y serenidad. ¿Hay más?
Sí, pido esto para todos.