Opinión

Gran Maestre

El que acaba de fallecer Fra Giacomo Dalla Torre del Tempio di Sanguinetto hacía el número ochenta de los dignatarios que, a lo largo de nueve siglos, han dirigido la Soberana y Militar Orden de Malta. Entre ellos figuran nada menos que diez españoles porque desde sus orígenes nuestro país y la SMOM han mantenido muy estrechas relaciones.

Hoy la Orden es una institución singular con rango de estado soberano y mantiene relaciones diplomáticas con 108 países y las más importantes organizaciones multilaterales. Sus miembros, divididos en tres categorías diferentes, son 13.000 pero cuentan con un altísimo número de voluntarios entre los que destacan 40.000 médicos, enfermeros y auxiliares sanitarios. Es la única ONG capaz de abrir un hospital de campaña en 72 horas en cualquiera de los cinco continentes. Su ayuda ha sido muy importante para hacer frente a la devastación producida por terremotos, huracanes, tsunamis y otras catástrofes naturales. También han luchado contra pandemias como el ébola y son muy activos en combatir la lepra en el continente africano.

La Orden de Malta atravesó hace tres años un grave crisis interna que obligó al Papa Francisco a pedir la dimisión del anterior Gran Maestre el inglés Mattew Festing y a nombrar como su Delegado especial al Cardenal Becciu para reorientar el rumbo de la SMOM fortaleciendo su carácter espiritual. El nuevo Gran Maestre no será elegido hasta el próximo otoño y es fácil adivinar que no faltarán tensiones entre las contrapuestas tendencias de los sesenta electores que se reunirán en la Villa Magistral de la colina romana del Aventino.