Aladino, Nike, Vox y recuperación «K»

Santiago Abascal, decidido a destrozar al PP, en busca del sorpasso por la derecha en el que Rivera fracasó por el centro, ofrecerá abundante munición a Sánchez contra Casado con el debate de la moción de censura más inútil y más anunciada de la historia. El futurista argentino Macedonio Fernández (1874-1952) defendía que «un prólogo que comienza enseguida es un gran descuido; el preceder, que es su perfume, se pierde». Una moción de censura, pregonada con meses de anticipación y sin opciones de prosperar, solo contribuye a reforzar a los adversarios y a debilitar a los competidores. Churchill ya explicó que en política los enemigos están en las filas propias o cercanas, mientras que los de enfrente son solo rivales. Sánchez alimenta la llama de Vox, convencido de que mientras haya tres partidos a estribor del PSOE el alquiler de la Moncloa está garantizado. Todavía estaría más seguro en el improbable caso de que Abascal se saliera con la suya y reemplazara al PP al frente de la oposición. Rosa Díez primero, ahora muy alabada entre los populares, inició –cuando fracasó en su intento de liderar al PSOE– la demolición del bipartidismo. Rivera, que aspiraba a lo mismo que Abascal, tomó el relevo de Díez y ahora Sánchez, en tiempos de pandemia y con el paso –digital-peronista-bolivariano– que a menudo le marca Iglesias, hace planes para la próxima legislatura, la que llegaría tras unas elecciones hacia 2023. El Gobierno, como ha admitido la ministra Calviño –la última esperanza ante la riada– renuncia por ahora a 70.000 millones de créditos de la Unión Europea. Puede obtener ese dinero más barato gracias al Banco Central Europeo y tendrá disponibles esos fondos hasta 2023. Al aparcarlos se los reserva para un futuro económico más difícil. Quizá ya ni tan siquiera haya una recuperación en forma de lámpara de Aladino, como apuntó el ministro Escrivá, o como el logo de Nike, es decir, muy lenta. Ahora se impone la K, recuperación para unos y más crisis para otros. Financial Times prevé una «doble recesión», el virus goza de buena salud y Abascal monta el espectáculo y da munición a Sánchez.