Opinión

El campo semántico

Esta semana pasada pareció coincidir toda la prensa en general –tanto de derechas como de izquierdas– en que la moción de censura la había ganado claramente Casado y la había perdido totalmente Vox. No quisiera ser aguafiestas, pero solo es indiscutible lo primero, porque no estaría yo tan seguro de lo segundo. Tenemos tantas ganas de despreciar a Vox, de sentirnos buenos y moralmente superiores, que no sé si el «wishful thinking» ciega nuestros ojos.

Quien esté en desacuerdo con Vox y le preocupe su ascenso, lo primero que tiene que intentar es aprender a no subestimarlo. Me temo que el principal objetivo de la moción de Vox (no sé si consciente o inconscientemente) no era tanto poner en evidencia a los otros sino modificar su propio campo semántico. El campo semántico es todo lo que cabe dentro de esas definiciones que pone el diccionario a continuación de las palabras escritas. El campo semántico de Vox estaba muy acotado, desde sus principios, sobre todo por el recibimiento que le dieron sus adversarios en el terreno político. Ese campo semántico llevaba unos adjetivos muy concretos y de poco servía llamar la atención de que, por muy predemocráticos que fueran los objetivos que proponían, el hecho innegable es que lo hacían respetando los mecanismos democráticos para defender esas propuestas. Con la moción del otro día, al hacerse oír, modificaron los límites de su definición e hicieron admitir en ella adjetivos nuevos. En la calle, escuché comentarios de una comprensión que no había oído nunca antes. ¿Por qué camino creen ustedes, si no, que llegaron a crecer y desarrollarse los partidos ultras de peso en otras partes de Europa? Al final, Vox visualizaba para la calle que es el partido de la víctima Ortega Lara, mientras que enfrente de sus ideas se encontraban partidos que contenían aún a los verdugos. En el diccionario de la política patria, con esa iniciativa, puede que Vox haya modificado su campo semántico. Yo no sé si eso es bueno o malo; pero lo que sí sé es que resulta notable el modo en que todo el mundo ha preferido ignorar ese hecho que me parece muy visible.