Opinión

Intrusismo profesional

En contra de lo que se cree, la labor de los opinadores y los que escribimos en prensa no es decir cómo han de ser las cosas, sino precisamente es decir cómo NO son esas cosas entre todas las informaciones sobre ellas que nos quieren colocar políticos, administradores y adversarios enfrentados ideológicamente. La labor de la prensa no es imponer una verdad, sino señalar las mentiras para que la verdad aflore por sí misma. Ese es el noble trabajo que hace una prensa libre y nunca lo hará un gobierno. Si el gobierno de Sánchez pretende legislar lo que, según ellos, es verdad y lo que no, está invadiendo unos terrenos que no le competen y para los que no está preparado.

Un gobierno verdaderamente democrático lo que hace es reforzar la libertad de la prensa para que el cuarto poder pueda hacer digna e imparcialmente esa tarea. Eso es exactamente lo que no hacen nuestros políticos.

A quienes dicen que no hay motivo para alarmarse por ese polémico ministerio de la verdad que nos propone Moncloa denles simplemente a leer la inolvidable resolución que se aprobó en el parlamento regional de Cataluña el 11 de octubre de 2018. La redactaron los neoconvergentes de Puigdemont y los actuales socios del gobierno: los comunes de Ada Colau y Esquerra Republicana. Su lectura es alucinante. La resolución señala de lo que debe hablar la prensa (pública y privada) y de lo que no. Vale la pena leerla completa hasta el final porque es totalitarismo puro y duro; una de las mejores muestras de falta de libertad intelectual y perversión de la democracia que he visto salir de un parlamento. Lo de menos es la frase condenando o reprobando al rey que colocan al principio porque es breve, endeble y no se aguanta. Lo verdaderamente preocupante viene en el texto a continuación, en esa idea de control y de señalamiento de las informaciones que tan alegremente proponen. Por supuesto, como siempre pasa con todos los censores y totalitarios, aseguran luego que lo hacen por nuestro bien, tontita. Pero, con tal planteamiento, preferimos sencillamente que no se preocupen tanto de nosotros, gracias.