Rey Emérito
El cortafuegos contra Juan Carlos
No entiendo qué tipo de cortafuegos es incinerar al padre para salvar al hijo
Es muy interesante comprobar la defensa cerrada que hacen algunos políticos, periodistas y antiguos cortesanos de la necesidad de establecer un cortafuegos contra don Juan Carlos para preservar la Corona. Por explicarlo de una forma sencilla, se le puede pasar por la trituradora, sin importar si es verdad o mentira, mientras se deje al margen a Felipe VI. He dicho y escrito numerosas veces que tenemos un gran rey que cumple de forma ejemplar su cometido y es un extraordinario servidor público bien aconsejado por la reina y su equipo de confianza. No significa que sean infalibles, pero en líneas generales se está llevando bien un tema enormemente complejo. A estas alturas sabemos que don Juan Carlos cometió graves errores y no hizo frente a sus compromisos con Hacienda. Nada demuestra las barbaridades que estamos leyendo o escuchando sobre una fortuna de miles de millones. Otras veces me he referido a la escasa credibilidad que merece Corina Larsen, que está inmersa en su estrategia de defensa. En lo que hace referencia a su vida sentimental nada tengo que opinar. No me interesa. Es algo que se circunscribe a su familia, aunque España está llena de zascandiles y pseudoperiodistas que viven de la telebasura y de las noticias cutres del corazón.
No hay que ser un gran analista para darse cuenta de que el cortafuegos es una majadería. No somos una república. Es inconsistente la idea de los antaño periodistas juancarlistas, algunos eran auténticos cortesanos en un reino sin Corte, de abrir en canal al viejo rey para salvar al actual. No les importa la presunción de inocencia y que suframos una campaña desde Unidas Podemos y los independentistas para acabar con la Corona. No quiero imaginar lo que sucedería si se le sienta en el banquillo, aunque al final quede exonerado o incluso condenado por un delito fiscal. La izquierda radical lo quiere en la cárcel. La investigación prospectiva que se le está realizando es impresionante y no hay antecedentes salvo que nos remontemos a la campaña que sufrió su abuelo Alfonso XIII. No entiendo qué tipo de cortafuegos es incinerar al padre para salvar al hijo, porque solo haría que debilitar a la Monarquía y no pararía la ofensiva podemita. Al margen de los errores que haya cometido, estoy convencido de que es un gran patriota y servidor público, aunque durante mucho tiempo estuvo mal aconsejado. Es un ser humano al que se le está destruyendo. Nada indica que haya existido corrupción y sí es cierto que no tendría que haber aceptado esas donaciones.
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