Lionel Messi

Messi y el Barça en campaña

El contrato firmado para la renovación de Messi como jugador del Barça ha irrumpido como un ciclón en plena campaña del 14-F. A los candidatos va a resultarles muy difícil rehuir un asunto que supone un excesivo contraste con estos tiempos pandémicos de estrechez y penuria, con comercios, restaurantes y estadios vacíos, como imagen de una crisis que está golpeando el país hasta límites inimaginables cuando fue firmado, en 2017. «Doctores tiene la iglesia» y abogados tendrá el Club para intentar capear el temporal jurídico, además del político y social, que se les avecina. Son –entre otras– las consecuencias de vanagloriarse de «ser más que un club» y sus exigencias, entre ellas las de intentar ser una referencia pública más allá de lo exclusivamente deportivo.

Desde luego la transparencia ha brillado por su ausencia en el contrato del siglo y de la Historia, ya que ha sido conocido gracias a una exhaustiva operación de auténtica investigación periodística, lo que lanza un nítido mensaje para el futuro al mundo del deporte y de las grandes estrellas del espectáculo.

Tan indiscutible es que Messi es un extraordinario jugador en el Olimpo de la Historia del fútbol, como que estas cantidades de dinero no pueden pagarse en ningún caso, y motivan la necesidad de un auténtico «reseteo» del mundo del fútbol como «deporte rey», que marca la nueva senda a seguir. «Sentir los colores» era sinónimo de un cierto amor al Club, y ahora parece ser solo el color del dinero.