8-M

Día de la mujer

Sigamos manteniendo esa responsabilidad y en poco tiempo podremos celebrar el día de la mujer… ¡y el de la vida!

Tristemente la pandemia ha mostrado y ahondado en las brechas y desigualdades que llevamos años denunciando, pero no olvidemos que hemos visto cómo cada día aumentaban de una forma terrorífica el número de fallecidos y también pasamos muchísimo dolor poniéndonos en la piel de todos los sanitarios que vivieron con impotencia la necesidad de más personal cualificado, de más camas para los ingresados, incluso de material básico para las UCIs y hasta la falta de protección ante el despiadado e imparable virus Covid-19.

Todos temimos al unísono la falta de mascarillas, respiradores y demás material imprescindible incluso para los que tenían que protegerse del virus para poder seguir cuidando y curando a más gente. Fueron tiempos angustiosos de una indefensión sangrante.

Si llevamos meses de gran represión, en un contexto de reuniones prohibidas, empresas cerradas, familias teletrabajando, la hostelería arruinada, personas perdiendo la salud mental por falta de sociabilidad y cierres perimetrales… es difícil comprender que las mujeres que reivindicamos igualdad, libertad y que desaparezca la brecha salarial entre hombres y mujeres, podamos salir en masa a las calles.

Claro que seguiremos reivindicando que somos capaces de dar la talla en cualquier ámbito profesional, porque en el familiar ya lo llevamos demostrando una eternidad.

Por supuesto que dejaremos de subestimarnos, porque a veces ese dichoso techo nos lo podemos llegar a poner nosotras mismas por esa creencia falsa y limitante que afirma categóricamente que en ciertos sectores no podemos competir con los hombres.

Pondremos más ganas, más valentía y más decisión en todo. Tanto para desmontar mil teorías que nos empequeñecen o compadecen, como para poder conciliar sin que nos vaya la vida en ello.

Pero no podemos olvidar que la labor de los médicos se convirtió en la más importante y necesaria de todas.

Somos una gran mayoría la que ha interiorizado todas esas medidas sanitarias estrictas para no tener que revivir aquellos meses tan duros en los que, como si de una guerra se tratase, acusamos la falta de medios para combatir tantas muertes.

Sigamos manteniendo esa responsabilidad y en poco tiempo podremos celebrar el día de la mujer… ¡y el de la vida!