Sociedad

Diálogos humanistas

«Las organizaciones de la sociedad civil son indispensables para defender el estado de derecho»

Naciones Unidas y la sociedad internacional avanzan para garantizar los derechos humanos. Necesitamos confianza y solidaridad. Esta semana se celebró un interesante diálogo virtual en el que los derechos humanos, la sociedad civil y las víctimas del terrorismo fueron el centro del debate de Naciones Unidas sobre medidas anti terroristas, violencia de género y amenazas de la paz y la seguridad internacionales. Coincidían en una necesaria legislación adecuada para apoyar a las víctimas de cualquier tipo de violencia y que sus necesidades sean escuchadas.

El documental «Víctima» llega en un momento oportuno y necesario. Todos los ponentes coincidieron en que es necesaria la visibilidad de las víctimas del terrorismo y que generaciones venideras no olviden lo que ha supuesto y supone la violencia en todo el mundo.

España es pionera (tristemente) en el trato de las víctimas del terrorismo por la enorme cantidad de personas afectadas de algún modo por el terror. El pasado 4 de febrero la AVT cumplió 40 años. Fue fundada por tres mujeres: Ana María Vidal Abarca, Sonsoles Álvarez de Toledo e Isabel O’shea, que consiguieron transformar el dolor en esperanza, buscando la verdad, la justicia y dando voz a las víctimas.

Se habló también de la importancia de un mejor diálogo intercultural, de la necesidad de actuar de manera oportuna para romper el círculo de la violencia y la radicalización y de la importancia de la prevención, que está principalmente basada en: crear cohesión social, luchar contra la polarización y estudiar las causas y motivos. En Alemania, el programa «Living Democracy» (que cuesta 1 millón de euros al año) trata de prevenir el extremismo de cualquier tipo y crear cohesión social en la sociedad civil.

Las organizaciones de la sociedad civil son indispensables para defender el estado de derecho, la equidad social y una filosofía humanista que proteja y vele por todos. Solo se puede ser eficaz si se trabaja mano a mano con las asociaciones, las familias, los servicios públicos, el Estado... En definitiva, concluyeron, se trata de hacer cumplir la ley con la unidad de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y las organizaciones de la sociedad civil.