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Libertad de expresión

El paraguas

Podríamos preguntar a los hongkoneses por qué hacían cola para comprar un diario

Mi sobrino Francisco me preguntó hace un mes qué era el periodismo. Tenía que hacer un trabajo para el colegio y pensó, claro, que yo podría ayudarle. Tras una entretenida charla sobre los medios, las fuentes informativas y los géneros, concluimos que periodismo era contar lo que pasa, contar la vida. Ahora, que ya ha terminado el curso, es tarde para pedirle que añada un apéndice a su ejercicio de primero de la ESO: el de quienes intentan evitar, precisamente, que se cuente lo que pasa. El cierre del Apple Daily, el mayor diario prodemocracia de Hong Kong, ha conmocionado al mundo. Las detenciones (su director está en prisión desde mayo y su editorialista fue arrestado hace unos días) y la total asfixia económica han sido el coste por enfrentarse a la todopoderosa China, que ha aprovechado el caos pandémico para amordazar (un poco más) a la libertad de prensa. Podríamos caer en la tentación de creer que es un asunto lejano, a miles de kilómetros. Pero no. Las consecuencias, que no se perciben de inmediato y que no cambian nuestras rutinas, existen: todos perdemos sin el Apple Daily. Sin sus periodistas y sin sus lectores. Podríamos reflexionar sobre los miles de hongkoneses que hacían cola en los quioscos para comprar el último ejemplar o sobre su conexión con la realidad ahora que ya no pueden leerlo. Quizá ahí encontraríamos la respuesta a qué es el periodismo. Y aunque siempre contamos con el recurso de acudir a los grandes para las definiciones más precisas y elaboradas (teniendo en cuenta el enorme abismo entre el descreimiento de Janet Malcolm, la advertencia de sufrimiento de García Márquez o el altruismo de Kapuscinski), a veces solo hay que mirar alrededor y volver, por ejemplo, a Hong Kong para recordar aquellos paraguas que simbolizaron (y simbolizan) su lucha por las libertades: protegen de la lluvia, del exceso de sol y, si llegan, hasta de los gases lacrimógenos. Sin ellos, uno está indefenso, al descubierto y, quizá, al final, el periodismo sea algo parecido a eso. A diferencia de mi sobrino, ustedes no me lo habían preguntado. Lo sé. Discúlpenme el atrevimiento, pero hoy, mientras sostienen este periódico en sus manos, tenía que contárselo.

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