Guerra en Ucrania

La destrucción de Ucrania

«La caída de Putin solo puede llegar de manos de una derrota o una retirada humillante»

No sé si Putin está o no ganando la guerra contra Ucrania, porque desconozco cuáles son sus auténticos objetivos. Desde que comenzó la invasión hemos leído y escuchado diversas versiones. Es difícil discernir entre la verdad y la mentira en este aspecto, porque el Kremlin tiene una estrategia que no es solo del presidente de Rusia. Estados Unidos y sus aliados, como es lógico, mantienen una campaña mediática dirigida a erosionar a Putin y hacerle todavía más impopular. Es algo lógico y razonable en una guerra. Hay un agresor, Rusia, y un agredido, Ucrania. Nada puede justificar el brutal y demoledor ataque de Goliat contra David. Las acusaciones rusas son infundadas, porque no han presentado ninguna prueba. Otro aspecto es que quiere limitar la soberanía ucraniana, para que sea una marioneta y legalizar la ocupación de Crimea y la zona que considera que debería formar parte de Rusia como república independiente. Por otra parte, no quiere que Ucrania forme parte de la OTAN y la UE. En aras de conseguir estos objetivos, ha mostrado al mundo un despliegue militar con una invasión convencional sobre el territorio.

Es un mensaje tanto a los ucranianos como a sus aliados, que no están dispuestos a ir más allá de cederle algún material bélico e imponer sanciones. La irrupción rusa se ha caracterizado por una sistemática destrucción de objetivos militares y económicos, así como civiles, con la intención de doblegar a su enemigo. El arrasar las instalaciones militares e industriales, así como las infraestructuras, provoca un daño material inmenso que tardará en recuperarse muchos años y se necesitarán recursos multimillonarios. Lo único que vemos son muertos, heridos y edificios destruidos. Por supuesto, no me olvido de los millones de desplazados en unas condiciones terribles y precarias, porque lo han perdido todo. Es posible que no tengan donde volver cuando los rusos decidan concluir su agresión. Es bueno recordar que no es solo Putin, porque a estas alturas parece evidente que cuenta con un gran apoyo, que incluso se incrementará si consigue la victoria. Su caída solo puede llegar de manos de una derrota o una retirada humillante. Es lo que le sucedió a Nicolás II en la I Guerra Mundial, provocando el fin de la dinastía Romanov.