Política

Diez minutos o diez años

El recordatorio sobre lo ineludible que resulta la apuesta por la ciencia nos devuelve, o directamente nos empuja, a exigir más inversión en I+D

Empieza a imponerse una teoría, basada en la regla del 10-10-10, que intenta optimizar el acierto en la toma de decisiones según su repercusión futura. Elegir con la mirada puesta en el lugar donde se aspira a estar en un plazo de diez minutos, diez meses o diez años se perfila como un sistema pragmático para cribar opciones, detectar relevancias y asumir plenas responsabilidades que superen el aquí y el ahora. Y si este método, ideado por la periodista estadounidense Suzy Welch, se puede aplicar a cada una de nuestras acciones, desde las más domésticas e irrelevantes hasta las más vitales y cruciales, también se admite la extrapolación a las comunes, a las de la «res publica». Basta consultar las páginas de los periódicos una mañana cualquiera (háganlo, por favor, toquen el papel) para detectar distintos niveles informativos: hay noticias que apenas flotarán a nuestro alrededor sus correspondientes diez minutos y otras que se desplegarán mucho más allá.

A veces, en esa prospección matutina que nos sumerge en interminables pugnas entre socios, de gobiernos o legislaturas, en cruces de declaraciones en bucle o en tensiones enquistadas, asoman asuntos que despuntan con nitidez. Esta semana hemos sabido que investigadores españoles han descubierto el primer anticuerpo que ataca las células madre del cáncer, frena la propagación de tumores y previene la metástasis. Con las cautelas que siempre requieren los primeros pasos de cualquier avance, el recordatorio sobre lo ineludible que resulta la apuesta por la ciencia nos devuelve, o directamente nos empuja, a exigir más inversión en I+D, que en España permanece anclada en torno al 1,41 por ciento del PIB sin despegar hasta el dos (objetivo, además, de una imprescindible campaña de Atresmedia). Y el descubrimiento contra el cáncer, de tal potencia esperanzadora, obliga a repensar los criterios políticos para volverlos más tangibles y acertados, de esos que, sin duda, importarán dentro de diez años.