Medio Ambiente

Falta papel

El del papel no es un mundo aislado, y por eso también se está viendo afectado por la crisis de desabastecimiento mundial. La pandemia, el bloqueo en puerto de los contenedores, las nuevas restricciones en China y hasta la guerra, en la medida en que Rusia es un gran productor mundial de celulosa, así como las sanciones, dificultan sobremanera la comercialización. Circunstancia importante es también el hecho de que el comercio electrónico esté utilizando ingentes cantidades de cartón, que afecta directamente a las reservas de papel. Cabe peguntarse si para enviar cualquier producto a domicilio es necesario el uso de tal cantidad de cartón. Con frecuencia se usan cajas demasiado grandes para productos pequeños, con lo que el desperdicio es enorme. Y eso suponiendo que ulteriormente el proceso de reciclaje se esté haciendo como es debido, lo que también es mucho suponer.

La realidad es que entre septiembre y octubre de 2021 el sector del papel comenzó a resentirse ya en Europa. La distribución se vio afectada por las consecuencias de la Covid-19 a nivel global. Los mayores productores del mundo sufrieron primero escasez de trabajadores, debido a los contagios, y luego el transporte quedó dañado igualmente.

A inicios de 2022 las existencias en Europa ya eran muy limitadas. Diversos proyectos editoriales han tenido que retrasar sus novedades debido a la actual situación. Los precios han aumentado entre un 30 y un 40 por ciento, y consecuentemente suben también los libros y derivados como revistas o comics, con papeles especiales y tapas duras, que están siendo los más afectados.

Tampoco ha pasado desapercibida la noticia publicada hace una semana por el diario El Espectador, según la cual los inventarios de celulosa han estado cayendo en todo el mundo. El principal productor, Suzano, ve un riesgo de escasez de suministro, lo que posiblemente se derive en precios más altos de artículos esenciales como pañuelos desechables y papel higiénico.

También se argumenta que Rusia es una importante fuente de madera para Europa, y que este comercio ha estado bloqueado desde la invasión a Ucrania. Pero es que los productores de celulosa en Europa, especialmente Escandinavia, verán igualmente reducida su capacidad de producción como consecuencia de la crisis.

Desde Suzano dicen que «los inventarios de celulosa han ido disminuyendo gradualmente de tal modo que podrían llegar a un punto de interrupción o escasez preocupante». Esos factores, junto con una fuerte demanda, provocaron en lo que va del año un repunte de alrededor del 40% en los precios de la celulosa china. También la demanda de Latinoamérica está en auge, aunque los productores de la región no tienen espacio para recibir nuevos pedidos ya que su producción está saturada y trabajando a plena capacidad.

De manera que la inquietud en el sector es más que elevada, por lo que esta escasez conlleva a una extrapolación de subidas de precios que afecta de lleno a la inflación y, una vez más, al bolsillo de los ciudadanos.