Luis María Anson

Canela fina | Normalidad familiar e institucional

«La extrema izquierda ha fracasado en su objetivo de fracturar la Constitución y hacer pedazos la Monarquía parlamentaria»

Tras dos años de desequilibrio político y familiar, el Rey Felipe VI, que siempre ha puesto la Institución Monárquica por encima de las personas, ha conseguido restablecer la normalidad durante el encuentro privado en el Palacio de la Zarzuela al que asistieron el Rey padre, la Reina madre y otros familiares.

La ultraizquierda española está que brama. Pensaba que había conseguido abrir brecha tanto en la Familia Real como en la opinión pública y se siente zarandeada ahora por la conciencia de su fracaso. En la Monarquía de todos, la extrema izquierda tiene todo el derecho a pensar como piensa. Aspira a que España se convierta en un régimen igual que el castrista o el venezolano y para eso necesita quebrar el eje de la Constitución que es la Corona. En 1978, el pueblo español votó de forma abrumadora un texto constitucional que establecía la democracia pluralista plena, el reconocimiento de los derechos humanos y las libertades de expresión, de asociación y de manifestación, cumpliendo el propósito de la Monarquía, tantas veces anunciado desde su exilio por Don Juan III: devolver al pueblo español la soberanía nacional secuestrada en 1939 por el Ejército vencedor de la guerra incivil.

El artífice de la gran operación política que desmontó la dictadura fue Torcuato Fernández-Miranda y el protagonista, el motor del cambio, Juan Carlos de Borbón. El balance de la gestión del nuevo Rey, durante casi cuarenta años en la Jefatura del Estado, ha sido abrumadoramente positivo, a pesar de la escandalera organizada por la ultraizquierda en los últimos años. El reinado de Don Juan Carlos está considerado como uno de los cuatro grandes de la Historia de España junto a los de Carlos I, Felipe II y Carlos III.

Cuando Don Juan Carlos interrumpió en Chile al presidente Chávez de Venezuela con aquel «¿Por qué no te callas?» elogiado desde Carlos Fuentes a Vargas Llosa, no se podía imaginar que el chavismo financiaría toda una operación, calumnias e insidias incluidas, para resquebrajar el prestigio del Monarca. Pero la verdad ha terminado abriéndose paso. Y no a través de unos tertulianos ignaros, sino de la Justicia suiza, presidida por el fiscal Berzosa y de la Justicia española, dirigida por la fiscal Delgado. Tras dos años de exhaustivas investigaciones ambas han exonerado al Rey padre de cualquier indicio de delito.

Luis María Anson, de la Real Academia Española